Desde hace varios años el Liceo cuenta con un equipo de veteranos donde se reúne un numeroso grupo de jugadores senior ya retirados para disputar partidos amistosos con equipos nacionales y extranjeros. El Old Liceans realiza todos los años una gira fuera de España; ya han estado en Berlín, Praga, Dublín, Amsterdam, Budapest,…-, aunque también juega torneos dentro de nuestras fronteras -en Madrid, Ordizia, Córdoba, Zaragoza, Santander…-. Su correo de contacto -para antiguos liceístas que quieran volver a jugar o clubes interesados en organizar algún amistoso- es veteranos@liceo.com
Seguro que el resultado es lo de menos, que lo importante es jugar un partido en una ciudad europea, que mucho más importante todavía es viajar con los compañeros del Liceo de varias generaciones, y sobre todo, disfrutar de un fin de semana con todos ellos, eso seguro. Pero ganar, mola. Y mola contar después que has ganado, y recordar tiempo después las anécdotas del partido con la sensación de una victoria. Que no pasa nada si se pierde, ya, que esto no es competitivo, sí, sí, lo que quieran, pero ganar mola. Pues eso, que un año más, esta vez en un partido muy divertido del que después daremos detalles, nos volvemos de Europa con una victoria.
Pero vayamos ya con la narración de la parte que se cuenta del viaje. Con esas dos bajas finales la expedición oficial estaba integrada por 39 personas, 35 viajábamos juntos el viernes desde Madrid para unirnos en Alemania a Guille, que había llegado el día antes desde Málaga para reconocer la zona, a Javier Delgado que llegaba desde México previo paso de unos días por Munich, a Paco Manazas que lo hacía desde su casa de Bruselas y a Marco, el más viajero, que aterrizaba en Hamburgo tras 25 horas de viaje desde China. Un grupo de lo más internacional que se reunía de forma completa por primera vez en el hall del hotel Generator, base logística de nuestro grupo este año. Tras el habitual reconocimiento de unas habitaciones que después alguno apenas usa, salimos al consabido paseo turístico por la ciudad, este año dirigido a localizar un sitio para comer puesto que el horario estaba algo apretado para poder echar la también habitual siesta.
Finalizada la siesta de algunos, la sobremesa con café de otros, y las copas de pacharán de los menos, el equipo se volvía reunir en la recepción del Generator para salir hacia el campo. Tras recorrer un par de calles bajo una cada vez más ligera lluvia, llegamos a las instalaciones situadas dentro de un bonito parque con un buen campo (algo anegado al inicio pero que mejoró durante el partido).
Como siempre los nervios y las prisas para usar el pequeño vestuario por turnos hizo que la mayoría estuviésemos cambiados casi una hora antes del pitido inicial. 50 minutos calentando a estas edades puede suponer un evidente riesgo de lesión por agotamiento muscular por lo que nuestro capitán, Javilón, se tuvo que hacer con los mandos del calentamiento para realizarlo de forma muy ligera y paulatina (más o menos porque en cuanto empezamos con el balón a más de uno se le fue la olla).
Antes el míster, Apa, había leído la alineación inicial en el vestuario incluyendo la ubicación por puestos de los no titulares. Apa también nos anunciaba que el partido se jugaría a tres tiempos de 20 minutos con reglas de veteranos, y que al menos en el primer tiempo se alinearía con nosotros Tom Barry, jugador irlandés que jugó durante cuatro años y hasta la temporada pasada en el Liceo. Mención especial hay que hacer de Tom en esta crónica. Antes de salir hacia Hamburgo Fernando Diez, que este año no podía venir, nos mandó un mensaje sobre Tom que tras conocerle estos días se nos ha quedado muy corto. Un gran tipo. GRACIAS TOM!!!
Y por fin, a las 19:00 dio comienzo el encuentro de nuestra decimoprimera excursión anual (décima europea, para los polémicos que no reconocen la primera de Ordizia como oficial). De inicio formábamos con Burga, Javilón, Paquete, Tostado, Erik, Marco, David, Manazas, Chapero, Tom, Gena, Andrés Pearson, Álvaro Montero, Dani Largo y Zombie. Y guardábamos como refuerzos de calidad a Gabi, Capi, Padilla, Guille, Alberito, Fernanditomazo, Yate, Canelo en la delantera y a George, Iñigo, Javier Largo, Loco y Jordi para los tres cuartos. En la grada dirigiendo las operaciones junto a Apa, y encargados de botiquín, agua y balones (aunque un poco dispersos este año), formábamos con Julito, Paquetín, Carlitosbravo, Fragel, Piraña, Manolito, Joinse, Tete, Mitre, Borja y Ángel Luis (que fue baja del partido a última hora).
El planteamiento inicial, debido a las dificultades de mover el balón por las condiciones del campo, era jugar balones delante para medir su fortaleza en delantera donde nosotros alineábamos un auténtico equipazo. La recepción del primer balón estaba planeada para relanzar a Paquito Manazas en su habitual carrera de aplastamiento de rivales, pero un saque defectuoso de su apertura hizo que tuviéramos que retrasar unos instantes ese momento. No mucho, tras un par de agrupamientos le llegó el balón a su mote y un año más nos deleitó con una carrera central dejando a cada lado a unos cuantos jugadores (este año de un considerable tamaño). Siguiendo las instrucciones del míster las primeras jugadas se repitieron golpeando cerca del eje. También, a pesar de la lluvia, y de los pases del nueve, las buenas manos de Tom hacían desplazar el balón de forma sencilla por la línea de tres cuartos. En la segunda ocasión que el balón se movió de esa forma Dani Largo rompió un placaje para irse en solitario hacía marca y anotar el primer ensayo. Este año se volvía a permitir la transformación tras marca, intento que no se transformó en esta primera ocasión por parte de Tom.
En esas primeras jugadas del partido ya pudimos ir valorando que los alemanes eran fuertes y que contaban con un par de jugadores peligrosos, aunque si les movíamos les íbamos a causar problemas. El estado del campo y del balón podía complicarnos la estrategia pero el juego a ras de agrupamiento y los pick and roll parecían una buena opción de ventaja. Así que manos a la obra, a las percusiones de Burga, Erik y Paquete seguían buenos balones enlazados por Javilón, Tostado y Marco, o a las salidas cercanas de Paquito y David. La touch esta vez no salía como otras veces ya que el balón era complicado de manejar con soltura y el paquete alemán se esmeraba en parar los maules penetrantes tras touch. Por suerte, el recurso de la línea volvía dar resultados, y en una nueva apertura hacía el ala el balón llegaba al Gena que nos deleitaba con la primera carrera en curva marca de la casa. 0-12 tras esta vez sí la transformación de Tom.
Dos ensayos en los primeros diez minutos nos ponían las cosas cuesta abajo aunque había que seguir currando porque el Hamburguer, con sus limitaciones, tampoco regalaba nada. El partido en esta primera mitad se disputó de forma mayoritaria en campo teutón. Fruto de ese dominio territorial iba a llegar la tercera anotación, esta vez de manos de Pearson que rompía a su centro para anotar el 0-17. Y tras este ensayo, en la siguiente jugada se volvía a repetir un desplazamiento de balón a la izquierda animado por Emilio que veía clarísima la ventaja de poner el oval en manos del Gena. Nueva carrera de Dani para el 0-22 demasiado esquinado para la transformación.
En esos minutos perdíamos a David que tenía retirarse por una lesión muscular siendo remplazado por Padilla que seguía aportando movilidad en la tercera línea. Apenas un par de jugadas en nuestro veintidós bien defendidas, alguna entrada de su apertura que penetraba con intención, pero poco trabajo defensivo más en los primeros veinte minutos. Para los minutos finales dejamos un par de jugadas bien ligadas con movimiento de balón de un lado a otro del campo malogradas en los pases definitivos. Aun así, en los últimos instantes, aún caerían dos marcas más, la primera de Álvaro Montero que debutaba en las giras y lo hacía además anotando ensayo y su propia transformación 0-29. Y la última de nuevo del Gena para cerrar su hat trick, con un ya desaforado grito de Emilio desde que el balón salió del 9 anunciando un evidente “pasa el balón que está el Gena, pasa el balón que está el Gena”. Como remate a su completa actuación que cerraría en el tercer cuarto con un placaje, el propio Dani transformaba en drop su ensayo y cerraba con esa jugada el primer tercio con un elocuente 0-36.
La segunda parte suponía la entrada al campo de nuevos jugadores que iban a destapar el tarro de las esencias con jugadas espectaculares de continuidad. Así se iban incorporando al encuentro Gabi, Guille, Fernanditomazo, Alberito, Yate, George, Iñigo, Javier Largo, el Loco y Jordi. Canelo se incorporó un poquito más tarde que el resto algo que le hizo saber de forma algo reiterada a Apa. Como se ha comentado, este periodo, menos fructífero en anotaciones, se caracterizó por encadenamientos de balón que sacaron los OHHHH´s del resto de jugadores que ahora completaban la banda. Pases en corto de Yate, Alberito, Canelo, percusiones de Gabi, Capi y Guille, buenos encadenamientos de George con Álvaro que ahora formaba de apertura y buenas penetraciones de Iñigo, Largo, el Loco y Jordi hacían las delicias de nuestro público.
Otro cambio que se produjo en este periodo fue el de Tom que pasó ya a integrarse en las filas del equipo veterano de su actual Club jugando ya el resto del partido con ellos. Desde esa posición iba a tener una participación estelar en una de las jugadas del partido. Tras una buena combinación de nuestra delantera, aún fuera de su zona de veintidós, Fernanditomazo se hacía con la pelota e iniciaba una carrera hacía línea de marca sin que ningún delantero hiciera intención inicial de seguirle. Esa rendición por parte de los delanteros hizo confiarse a Fernando que redujo lo que podemos definir como velocidad de crucero, actitud que tuvo que modificar rápidamente en cuanto advirtió, por el grito del resto, que Tom había salido corriendo tras él desde la posición de apertura que ocupaba en esa parte. Unos segundos de duda (llegaba de sobra pero desconfió) le hicieron buscar un pase en el último minuto que fue tocado por Tom mientras le placaba. Por suerte, tras unos segundo de incertidumbre, después de unos años sin dar señales por el Liceo, apareció en el Club, en la gira y en la jugada el Capi para recoger el balón y anotar la séptima marca.
La aportación de Tom hizo que el bagaje ofensivo de los alemanes fuera aumentando en anuncio de lo que sería el tercer periodo. Ya en esta segunda mitad esas exigencias defensivas provocarían que se pudiera valorar la destreza táctica defensiva de Jordi en una cobertura que salvó una marca, o los placajes de Loco contra un ala que en ningún momento tuvo opción alguna de sobrepasarle. En la delantera Alberito, Canelo y Yate mantenían a raya a su número ocho que había pasado desapercibido en la primera mitad pero que empezaba a dar guerra en esta segunda. También participaba en defensa Guille que realizó un poderoso placaje junto a la banda y posteriormente salió de delantera cayendo sobre el balón que desapareció bajo su cuerpo por unos segundos aunque afortunadamente se pudo seguir utilizando para el resto del encuentro (el balón).
La línea seguía moviendo el oval desde George hasta la pareja de centros formada por Iñigo y Javier Largo, y las carreras de Jordi y el Loco en las alas. También se volvieron a crear superioridades que esta vez no se completaron en unas ocasiones por la participación de Tom en defensa (estaba en todos los sitios) o por errores condicionados por el estado del balón debido al agua que había en el campo.
Así finalizó el segundo periodo, con una sola marca pero con sensación de superioridad tanto en posesión como territorial. El tercer tiempo se antojaba sencillo puesto que en esta ocasión nosotros contábamos con una plantilla mucho más numerosa que la del Hamburguer R.C. que tuvieron que mantener en el campo a la mayoría de sus jugadores los tres periodos. Sin embargo, y a pesar de esas circunstancias, el tercer tiempo se jugó de forma mayoritaria en nuestro campo y hubo que emplearse decididamente en defensa para dejar el marcador a cero. Como colofón a su actuación antes comentada esa fase defensiva incluyó un placaje tres tiempos del Gena a su peleón número ocho, y una jugada de defensa numantina que impidió sobre la misma línea de marca el ensayo de Tom, algo que después nos recriminó durante el resto de la noche (lo siento, Tom)
El partido se acababa y Javilón nos pidió un último esfuerzo para cerrarlo con un ensayo. La última jugada era una touche en contra en mitad del campo que Javilón anunció con un “la robamos y ensayamos”. Dicho y hecho, al robo del lanzamiento le siguió un pequeño maul que avanzó unos metros y del que se desprendió con rapidez el Yate con el balón en las manos. Perseguido en los últimos metros por un contrario y por este cronista que al más puro estilo “Corre Forrest” le indicaba que llegaba a zona de marca, Francisco se deslizaba en el interior de la misma para cerrar el marcador en el definitivo 0-46 de la gira de este año.
En el mismo campo las fotos de rigor y una versión re-mix de “La Paella” todavía en traje de batalla.
El tercer tiempo este año se celebraba en el restaurante de uno de los jugadores que estaba situado cerca de nuestro hotel de concentración. Tras unas birras en el propio campo, un corto viaje en tren y una parada corta en el hotel (no pines only yellow water), nos presentamos en el local para dar cuenta de una estupenda cena con unos perfectos anfitriones a los que hemos prometido recibir en Madrid en cuanto quieran visitarnos.
Cerramos un año más la crónica en este punto del viaje ya que la visita a Magaluf queda para la parte no escrita del mismo. Ya hemos empezado a trabajar en el siguiente. Varsovia, Malta y Cerdeña son los primeros destinos elegidos. Pero eso queda para los organizadores que no podemos parar de darle vueltas a esto. El resto a descansar, a disfrutar de lo vivido y a recargar las pilas para la próxima. Y como decía al principio: GRACIAS A TODOS!!!
Participantes en HAMBURGO 2017: Loco, Javilón, Joinse, Apa, Chapero, Julito, Carlosbravo, Burga, Jordi, Guille, Alberito, Largo (Javier), Pre, Zombie, Ángel Luis, Largo (Daniel), Erik, Marco, Iñigo, Pearson, Paquete, Paquetín, Mitre, Manazas, Canelo, Yate, Piraña, Fernanditomazo, Mancuernas, Gena, Padilla, Capi, George, Tete, Gabi, Borja, Fragel, Tostado, Manolito, Tom.
Bratislava fue la ciudad elegida para la gira de los Old Liceans de este año que también disputaron el memorial Paco Usero en febrero. A continuación, la crónica de Pablo Berra:
“10 Años ya desde que empezamos esta aventura de las giras de los veteranos, y nueva plaza conquistada por el grupo de chavalotes del Liceo (te he plagiado el titular Largo)”. Siguiendo con la tradición de las victorias siempre que viajamos desde la península hacía el Este, un año más nos traemos la victoria para casa, y en este caso, con el resultado más abultado de nuestra ya considerable historia internacional.
Pero como siempre, empecemos por el principio. Volviendo de nueva a las buenas tradiciones de este grupo, recuperadas el año pasado en Vilna, el grupo se desplazó mayoritariamente en el mismo vuelo, que salía la madrugada del viernes desde Madrid. Empezamos a pensar que hemos dejado atrás los oscuros años de viajes en hasta 11 vuelos distintos, en los que en lugar de un equipo parecíamos una agencia de viajes (ahora ya solo falta que la vuelta también la hagamos juntos). Nuevos efusivos saludos en la zona de embarque entre todos los expedicionarios (algo normal cuando la mayoría nos vemos únicamente en este evento), reparto de la ropa oficial de algún despistado que no pudo asistir a la cita etílica de la semana anterior, algún susto por la ausencia de los tardones de siempre, y de nuevo al avión a incordiar a los pobres viajeros que imaginaban un tranquilo vuelo donde dormir y descansar para afrontar una completa jornada turística, y que no se podían creer que dos cachalotes de más de 140 kilos hablasen a gritos de una fila a otra por encima de sus cabezas, recordando historias de viejos partidos, y contando anécdotas que el resto del pasaje es incapaz de entender y asimilar.
La única excepción al vuelo colectivo desde Madrid, nuestra nueva incorporación de este año, Guille Cao, viajaba prácticamente a la misma hora desde Málaga, coincidiendo en el aeropuerto de Bratislava a las 9:30 de la mañana. Allí nos esperaba un representante del Rugby Bratislava, en concreto su fundador, Charles, al que esperamos no hayan expulsado después de haberles buscado este partido que les había anticipado a sus pupilos que sería bastante igualado (pensaba que entre su juventud, no eran ni mucho menos veteranos, y nuestra experiencia, la cosa estaría igualada, pero como más adelante describiremos no fue exactamente así).
Nuestro cicerone gabacho nos acompañó al hotel para una estancia rápida. Aunque los expertos ya sabíamos en qué consistía eso, el archifamoso “Nopines only yellow water”, la espera se demoró unos minutos debido a una disparidad de opinión sobre las características de la habitación asignada, entre George y los responsables de recepción, que se resolvió afortunadamente tras una educada exposición del Señor Del Pozo relativa a lo que pensaba sobre la habitación ofertada, sobre el hotel y en general sobre el turismo en la República Eslovaca. Dado que al parecer la recepcionista comprendió perfectamente el mensaje (pese a que George no hablaba eslovaco ni ella español), la situación se resolvió favorablemente. Finalmente, y tras dejar en prenda la tarjeta de crédito de Pearson, que instantáneamente fue bloqueada para evitar disgustos con los minibares, salimos del hotel a dar la consabida vueltecita turística de antes del partido.
El primer destino fue el campo de juego donde se iba a celebrar el encuentro. Como la distancia no era muy grande, ese paseo se hizo a pie, pudiendo observar la interesante arquitectura de los polígonos industriales de Eslovaquia. Aunque no pudimos entrar a pisarlo, el campo presentaba un buen aspecto (después comprobaríamos que estaba algo duro), aunque las instalaciones de los vestuarios ya desde lejos avanzaban su procedencia medieval. Tras ese paseo hasta el campo, que repetiríamos andando por la tarde en la ida y vuelta al partido, y cuando ya se empezaban a escuchar los primeros gritos en la cola del grupo con comentarios sobre la distancia recorrida y la falta de hidratación cervecera, nos subimos en un tranvía para desplazarnos a lo que sería nuestro hábitat durante los siguientes tres días, el Centro de Bratislava. Cuatro o cinco calles, la mayoría peatonales que recorrimos unas trescientas veces en las siguientes 72 horas.
Nuestra primera parada fue en una terraza donde dimos cuenta de las primeras pibos, y donde nos percatamos que tomar cerveza fría en Bratislava no iba a ser muy fácil. Tras ese aperitivo, se concertó una comida en un curioso restaurante instalado en un antiguo teatro que visitaríamos más veces durante nuestra estancia. En esta segunda parada descubrimos que comer comida eslovaca de buena calidad también sería complicado.
Y tras el avituallamiento, y después de ser varias veces reprendidos por nuestro cuerpo médico por apretarnos 3 y 4 jarras cada uno antes de un partido, nos largamos corriendo al hotel para descansar un rato puesto que el madrugón de ese día y el efecto de las birras hacían necesaria la siesta reponedora. Esta vez obviamos el tranvía y los paseos y usamos taxis de los que ya no nos bajaríamos en el resto de desplazamientos (al final hasta conocíamos a los conductores de tanto coincidir con ellos)
El partido estaba programado a las 18:30, así que la cita en recepción se puso a las 17:00, pensando en los 20 minutos que nos podría llevar ir andando hasta el campo. Evidentemente a las 17:40 seguíamos en recepción, y todavía tendríamos que llamar a un par de jugadores que se quedaron dormidos. Una vez descartado el paso por los vestuarios, y su uso posterior tras el partido, nos concentramos junto a los banquillos para cambiarnos y escuchar las primeras arengas y gritos de ánimos de nuestro nutrido cuerpo técnico y aficionados (cada vez hay más gente en la banda). Junto a nuestro campo nos intentaba distraer un grupo de gente con unas extrañas vestimentas que practicaba un deporte raro con unas porterías pequeñas, sin conseguirlo, por supuesto.
Y a las 18:35, con cinco minutos de retraso sobre el horario previsto, daba comiendo el nuevo encuentro internacional del grupo de veteranos del Liceo Francés de Madrid. Con 25 expedicionarios vestidos de corto de los 33 que formaban la expedición liceísta, el partido se pactó a cuatro tiempos de 16 minutos (no nos preguntéis el motivo de esa extraña duración porque no conseguimos comprenderla, también es cierto que la negociación la llevó Apa así que el factor surrealista era previsible).
Durante el calentamiento quién más y quién menos fue fijándose en el equipo rival, integrado por jugadores mucho más jóvenes que nosotros. Ni siquiera algún rasgo de alopecia en uno de ellos correspondía a motivos de edad. Se confirmaba definitivamente la información que nos habían dado referida a que el mayor de los rivales tenía 40 años (aunque no conseguimos descubrir quién era). Bien es cierto que en esa inspección a distancia de los rivales también empezamos a detectar evidencias de carencias técnicas y físicas, pues a la juventud antes mencionada no se sumaba mucho músculo ni preparación física.
La primera jugada del partido nos servía de certificación de todas esas sospechas. La recepción del saque caía en manos de Paquito Manazas que emprendía su típica carrera por el centro en la que atropellaba literalmente a cinco rivales dejándolos en el suelo a su paso. Cuando consiguieron parar a Paco, la jugada continúo con varios pases en continuidad entre los delanteros que fueron abriendo su defensa hasta entrar dentro de su veintidós. La jugada terminó con un error en un pase que evitó lo que parecía la inevitable primera marca del partido, pero sirvió, como se ha comentado anteriormente, para corroborar lo que se intuía en el calentamiento.
Las siguientes jugadas del encuentro continuaron con la misma dinámica. Evidente superioridad técnica y física, buenas combinaciones en penetración de la delantera bien enlazadas con la línea, y errores postreros en los últimos metros que provocaban que no se culminase el dominio en puntos. Era evidente que tenía que llegar y ni siquiera su tardanza hacía aflorar ningún tipo de nerviosismo en la nutrida banda. Finalmente, con una touche a favor en veintidós se decidió ir por lo seguro y en una jugada repetida en infinidad de ocasiones en este Club, touche-maul-ensayo, se lograba esa primera anotación por medio de Alf. Como nuestros rivales se habían empeñado en realizar las transformaciones tras los ensayos, Fernando Diez empezó con la primera de las numerosas patadas que tendría que dar esa tarde. Resultado 0-7 y una evidente sensación de superioridad.
A partir de ese primer ensayo los errores empezaron a limitarse. Aunque las melés estaban pactadas, la contundencia de nuestra primera línea formada por Avelino, Mitre y Paquete, era imposible de parar en el juego abierto por parte de una delantera mucho más liviana que la liceísta. Además de las transformaciones, otra concesión que se hizo respecto a las normas de veteranos fue la de poder levantar en touche. Poca ventaja iban a sacar también en ese aspecto del juego puesto que Tete y Tostado, segundas iniciales, se hicieron tanto con nuestros lanzamientos como con los suyos. Y en la tercera línea, Alf (especialmente creativo en este encuentro), David y Manazas superaban en ataque y defensa a sus contrarios. Fruto de ese dominio a los pocos minutos del primer ensayo, Tostado rompía de nuevo su defensa en el eje para anotar la segunda marca también transformada por Fernando (0-14). La consigna inicial viendo la juventud de nuestros rivales e intuyendo su ventaja en velocidad, era mantener el balón cerca de la delantera y evitar carreras y largos desplazamientos. Una vez superada esa fase, y ante las muestras de debilidad en todas sus líneas, el oval empezó a moverse hacia los tres cuartos. Para ello contábamos con valores seguros en la línea. Urqui, que había dirigido con maestría el paquete (y no solo a Jorge, también al resto) empezaba a enlazar balones con velocidad y precisión a Fernando, que de nuevo daba un master de juego, y que, sin premio oficial en esta ocasión, podría haber sido designado MEF del partido una vez más. Del desplazamiento del balón y de cerrar la defensa por el centro se encargaban unos enormes Andrés y Dani Largo, que convertían la misión de tocar el balón y traspasar la línea en algo inalcanzable para los eslovacos. Y en la parte de atrás del campo, Gena, Ángel Luis y Borja, eran continuas pesadillas para nuestros rivales. Así, en otra clásica jugada made in Liceo, la línea movía rápido un balón en la zona central del campo llevándolo a manos de Gena con espacio y metros. El típico acelerón en curva, unas pocas zancadas, y la supuesta ventaja de velocidad que otorga la juventud echada por tierra al ver a varios jugadores menores de veinte años perdiendo metros frente a Dani en su carrera hacia la zona de marca. (0-21 tras la
transformación de Fernando).
Y antes de consumirse los primeros 16 minutos, otra combinación de varias fases del Liceo dejaba el balón en manos de Urqui que anotaba el cuarto, poniendo Fernando el 0-28 antes del pitido del primer descanso.
No había que confiarse ni descuidarse, y para ello estaban nuestro mister Apa, y sobre todo nuestro capitán, Javilón, que esta vez no podía jugar pero participaba activamente en la motivación del grupo a través de sus gritos y arengas. Para la reparación de golpes y tirones teníamos al doctor Chungo que nos recordaba continuamente el número de pintas consumidos por la mañana en cuanto alguno mostraba algún síntoma de tirón muscular. De los comentarios críticos con el juego estaban encargados Diego y Julito, a los que el rival no les parecía suficiente, mostrando su preferencia por los partidos en los que varios de los integrantes de la gira abandonan el campo magullados. Mientras, Loco, Joinse y Manolito reforzaban al grupo con su ánimo y apoyo, y acercando las botellas de agua que empezaban a ser imprescindibles (no hacía calor pero el Chungo insistía en que nos hidratásemos)
Para el segundo tiempo se incorporaban varios jugadores desde el banquillo que mantenían la intensidad del juego. La primera línea no perdía fuerza con la entrada de Burga y Padilla. En la segunda Erik y Fernanditomazo, daban un relevo de garantía para touche, melé y juego abierto. Alberito mantenía el juego de continuidad de la delantera, y Chapero, George, Jordi y
Emilio eran recambios de garantía en la línea de tres cuartos.
Nada más iniciarse ese periodo un golpe de castigo del contrario era jugado a touche dentro de su veintidós, y pese a los gritos de Fernando para jugar el balón atrás, la delantera insistía con la jugada clásica de maul que terminaba en ensayo de David (0-33). Tras el ensayo Fernando tuvo que recordar a los delanteros que esa jugada ya estaba repetida y que, en aras de la diversidad del juego, no la realizaríamos más veces durante el resto del encuentro (ese era el mensaje aunque igual él no se expresó así exactamente).
El juego siguió desarrollándose fundamentalmente en su campo donde el balón se movía con velocidad, lo que unido a los múltiples cambios que debían ser de nuevo ajustados, provocaba de vez en cuando algún error de manos. En uno de ellos su jugador más rápido, Alexander, se hizo con un balón y empezó una larga carrera que no pudo ser detenida por nuestro equipo.
Lamentablemente para él, la línea de 5 metros de delante de marca estaba señalada con conos lo que al parecer le despistó y le hizo posar el balón por delante de la línea reglamentaria. Al grito del resto de “no la ha posado, juega, juega”, Emilio se hizo con el balón y se empezó una jugada de contraataque que fue detenida en golpe por los rivales. Mientras los que estábamos en el campo nos disponíamos a jugar ese golpe, el resto del equipo que estaba en la banda se desgañitaba gritando “dadles el ensayo” “dadles el ensayo”. Finalmente alguien lo escuchó y pese a las muestras de disconformidad de algunos (solo un par), se informó al árbitro que diera por válida la marca, que fue transformada (7-33).
Eso sí, quedó claro que ni una más, y que el hecho de haberla encajado no nos había sentado muy bien a los que estábamos en el campo. Inmediatamente después a su ensayo de nuevo la maquina se puso a funcionar y esta vez era Andrés el que rompía su defensa anotando el 7-40 después de la patada. Y antes del final de la segunda parte, se movería de nuevo el marcador gracias al ensayo de Tete, jugando aún de delantero antes de ser reconvertido en tres cuartos en los minutos finales por diversas bajas de poca importancia. 7-47 era el marcador al llegar al ecuador del encuentro.
A partir de inicio del tercer cuarto el carrusel de cambios ya fue constante, y la variación de puestos hacía ver por momentos a jugadores de cualquier puesto sustituyendo al que se acercaba a la banda y pedía el cambio. Fue también el momento del debut con el equipo de
veteranos de la nueva incorporación, Guille Cao, que si en sus tiempos en activo cubría un montón de campo por su movilidad, ahora lo sigue haciendo pero por otro motivo. Buenas aportaciones en este su primer partido de Guille, a destacar una recepción de balón aéreo que todos pensamos iba a rebotar y perderse al otro lado del Danubio pero que capturó como en su años jóvenes y cargó contra el contrario, por supuesto sin pasar el balón a nadie (genio y figura).
También a partir de este cuarto el juego ya se abrió del todo, y se destapó el tarro del mejor rugby liceísta. Pases por la espalda, cruces y recruces dejaban embobados tanto al público como a nuestros rivales que no sabían por donde les llegaban las jugadas. Borja empezó su recital de carreras de todo el campo con el octavo ensayo, 7-52. Tras él, en la única buena jugada enlazada por los eslovacos, una incorporación no está muy claro si de su ala cerrado o de su centro rapidísimo (había diversidad de opiniones), hacía que Alexander pudiese correr de nuevo hasta la zona de marca. 12-52 después de que su pateador no lograse transformarlo. La respuesta no se hizo esperar, y pronto el equipo enlazó una jugada llevando el balón al ala que terminaba en manos del Gena, lo que en este partido era sinónimo de ensayo, 12-59 tras
la novena patada de Fernando. Para el último cuarto se dejaba el carrusel final de ensayos, así en los 16 minutos acordados fueron llegando la segunda marca de Alf (12-64), de Mitre tras una carrera de veinte metros levantando rodillas no sabemos muy bien si para evitar una francesa o para hacer skiping (12-69), otra de Borja recorriendo todo el campo (12-76), del Chapero aprovechando la últimacarrera de Borja (tras ella pidió el cambio definitivo) (12-83), de Manazas, que había iniciado el partido aplastando a cinco y lo terminaba pasando por encima de otros tantos (12-90), y
finalmente de Fernando, que cerraba el resultado transformando su propio ensayo, el 15º del equipo, y dejando el marcador en 12-97, nuestra mayor victoria en estas giras europeas.
Tras el partido, y aunque el tercer tiempo oficial se había convocado para el día siguiente en un local céntrico de Bratislava (extraña costumbre local lo de no celebrarlo a la finalización del partido), antes del ir al hotel se hizo una parada de avituallamiento en una pizzería, todavía en ropa de batalla (los vestuarios no invitaban a ducharse en ellos), donde dimos buena cuenta de
unas pibos y unas pizzas (alguno más que otros debido a su habilidad para desplazarse rebotando de mesa en mesa cuan bola de pinball).
Y damos por finalizada aquí la crónica puesto que el tercer tiempo se celebró ya después de la primera noche y pasa por tanto a engrosar el contenido del habitual capítulo “lo que pasa en la gira se queda en la gira”. En cualquier caso la citada celebración tampoco tiene mucho que
relatar y menos si tuviera que competir con otras actividades desarrolladas en el viaje como la fundación de ONG´s o el aprendizaje de nuevas palabras que nos han dejado por siempre “todesnos”.
Participantes en la gira BRATISLAVA 2016: Loco, Javilón, Joinse, Apa, Chapero, Julito, Burga, Chungo, Jordi, Guille, Alberito, Fernando, David, Zombie, Ángel Luis, Dani Largo, Erik, Pearson, Paquete, Pearson, Manazas, Avelino, Fernanditomazo, Gena, Padilla, Alf, George, Tete, Borja, Diego, Tostado, Urqui, Manolito.
Esta temporada tuvo lugar una gira a Vilna y se participó en el Comillas Oldies (adjudicándose el Torneo con victorias ante Santander y Arquitectura) y en una Jornada de homenaje a Paco Usero en el Ramón Urtubi (ante los veteranos de Getafe y un XV invitado que contó con la presencia de algunos internacionales).
Crónica de la gira a Vilna (por Pablo Berra de Unamuno)
Una vez finalizada la gira anual de veteranos del Liceo, llega el momento de plasmar la parte deportiva en esta habitual “crónica”, que un año más, tiene que empezar con el anuncio de una nueva victoria. Nueve años, nueve viajes, y ocho triunfos solo interrumpidos por el viaje a tierras lusas (la única vez que hemos viajado hacía el suroeste, todo hay que decirlo). Buen balance de resultados. Pero si nos atenemos a los otros objetivos de estos viajes, los resultados son todavía más abrumadores. Nueve años, nueve borracheras, pleno total!!!
Pero volvamos a Lituania, que tiempo habrá el año que viene de hacer balances una vez que cumplamos la decena.
Para el viaje de este año, la mayoría del grupo volvimos a la versión clásica de estos viajes, con el vuelo el viernes por la mañana, y la vuelta el domingo. Mandamos eso sí, una avanzadilla de expedicionarios el miércoles para ir reconociendo el terreno y localizar las primeras cabezas de playa en tierras lituanas. Entre ellos, nuestro hombre en la China, Marco, que este año tenía que abandonar el grupo el jueves por motivos laborales, pero al que mantenemos como parte de la expedición de este año como si hubiera estado con nosotros el resto de la gira. Una de las misiones encomendadas a este grupo tenía objetivos gastronómicos, y consistía en localizar sendos restaurantes para la comida del viernes previa al partido, y la del sábado de celebración oficial de la gira. Teniendo en cuenta que el viernes la organizaron en el propio hotel y el sábado en el primero de los sitios que llevaban en una lista de varios, nos hemos quedado con la sospecha de que los dos días de estancia previa en Vilna los dedicaron a otros menesteres distintos de los de buscar locales.
El resto del grupo, como ya anticipábamos antes, teníamos fijada nuestra cita el viernes 22 de mayo a las 6:00 a.m. en el aeropuerto de Barajas. Más o menos a la hora que habíamos quedado (aunque no exactamente en el sitio, porque la gente hace lo que le sale de los huevos), todos los viajeros nos fuimos encontrando en la T1 del aeropuerto. Tras los saludos y abrazos correspondientes a no habernos visto en mucho tiempo, procedimos al embarque en un vuelo que resulto bastante tranquilo. La temprana hora de la mañana y la ausencia de alguno que habla como si se hubiera tragado un megáfono contribuyeron a sobrellevar cuatro horas en una caja de zapatos que los de Ryanair llaman asientos.
En torno a las 12:30 del mediodía tomábamos tierra en Vilna que nos recibía con una ligera lluvia y en torno a 15º C. Pudimos comprobar, como ya nos habían advertido nuestra avanzadilla, que en el aeropuerto de Vilna no había ni fingers (ni nuggets), así que tuvimos que llegar a la terminal un poco mojados y sobre todo con hambre. Después de recoger TODAS las maletas (este año sin sorpresas desagradables), y de localizar el autocar de la federación de futbol de Lituania, con el escudo del Liceo en el parabrisas, nos marchamos para nuestro cuartel general, este año establecido en el Hotel Europa City de Vilna.
Con la duración del vuelo, este año no había ni tiempo de dar un paseo por la ciudad antes de la comida prepartido, que esta vez consistía en……….pasta y pollo, que otra cosa iba a reservar el Pre. Siesta reparadora profunda y pál campo.
Las instalaciones deportivas se encontraban dentro de un enorme parque bastante céntrico, así que el desplazamiento fue corto. La llegada fue un poco más complicada ya que la lluvia de los últimos días en la ciudad había anegado el acceso al campo que tuvimos que hacer a pie en los últimos metros. La entrada natural además estaba ocupada por un Club de Tiro con arco, y a pesar de que tenían aspecto de tener bastante puntería, optamos por rodear esa parcela para entrar al campo por un lateral. Todo ese rodeo contribuyó a la impresionante imagen que nos llevamos al entrar en el campo. Un enorme espacio abierto dentro de un bosque, con una impresionante pradera de hierba que llamaba la atención, no solo por el buen estado del césped, sino por la increíble regularidad de toda la superficie. El tamaño del campo empezó a preocuparnos, sobre todo a nuestros alas, en quienes teníamos puestas muchas esperanzas. La distancia a la que veíamos los palos contrarios nos hacían dudar de si alguno de los integrantes de nuestro equipo podría llegar a esa otra zona de marca sin hacer escala en medio. La propia zona de marca tenía unas dimensiones que en Madrid nos permitirían montar un campo de entrenamiento sin ningún problema.
Apenas había cuatro o cinco rivales, pero ya advertimos por su edad que este año no les habíamos convencido de que nuestro grupo tenía una media de 50 años. Cuatro chavales que no llegaban a los 25 y uno que apenas habría alcanzado la mayoría de edad, entrenaban en la puerta del vestuario mientras nosotros nos cambiábamos. Alguno descubría un detalle curioso, los contrarios, el Gelezidis Vilkas vestían come el Salvador pero en un vagón abandonado junto al campo ponía VRAC, lo que nos hizo pensar que intentaban despistarnos.
Y como suele pasarnos, a las 17:00, media hora antes del kick off ya estábamos calentando intensamente, y en dos o tres minutos ya habíamos advertido que si seguíamos así más de uno no llegaba al partido. Así que, cambio en el ritmo de calentamiento, y repaso de jugadas. Como veríamos después en el partido, todo tiempo perdido. Eso sí, nos dio tiempo a ver en directo como los dos que intentaban levantar al Paquete se hundían en el terreno antes de levantarle ni un centímetro del suelo, algo evidente si lo hubiéramos pensado antes de intentarlo, claro.
Llegaba ya la hora del inicio, y aunque enfrente apenas había 15 lituanos, y la mayoría no eran veteranos realmente, Apa decidió tomar las riendas del asunto. Cita urgente con nuestro entrenador, alineación titular, y al campo. Antes tuvimos que cumplir con un ritual de entrada en el terreno de juego que, la verdad, no llegamos a comprender muy bien, cosas lituanas. El equipo contrario se juntó en un círculo para dar las últimas consignas, y nosotros, que andábamos un poco despistados les imitamos sin mucho convencimiento. Nuestro capitán, Javilón, comenzó con una arenga tranquila, hablando de la deportividad y la importancia de pasarlo bien. No sabemos si por la cara de incredulidad del resto, o porque él mismo se dio cuenta de lo que estaba diciendo, paró su exposición, y tras un claro y conciso “Que coño!!!!” transformó su discurso en uno más reconocible aderezado con exabruptos y menciones a las madres de los contrarios. Ya estábamos preparados, y se ponía en marcha el encuentro.
Las primeras jugadas, como siempre, supusieron un intercambio de golpes intentando medir las fuerzas del rival. En esa fase uno de sus tres cuartos rompió nuestra defensa y hubo que emplearse a fondo para pararlo ya dentro de nuestra zona de veintidós. Estaba claro, eran duros y el partido habría que currárselo porque los contactos no eran ni mucho menos de veteranos.
Pero pronto también pudimos comprobar que a través del orden y la continuidad les íbamos a crear problemas. Su organización defensiva colectiva dejaba más que desear que su implicación individual en los contactos, y por esa vía íbamos a poder hacerles daño. El partido estaba concertado a 3 tiempos de 20 minutos, y tardamos casi un tercio del primer tiempo en hacer el primer ensayo. El trabajo en touch de Tostado, Erik y Manazas, nos daba buenos balones, y a pesar de que alguno ya no se acordaba del 4 gatos ni recordaba lo que habíamos practicado apenas media hora antes, al final una jugada de delantera nos llevaba a un agrupamiento cerca de su zona de marca, un balón rápido a los tres cuartos que Jesús ponía en manos de Fernando Diez para que este rompiera a su marcador y lograra la primera puntuación a nuestro favor. Como novedad este año se tiraba a palos tras los ensayos, así que el propio Fernando hacía los dos puntos adicionales.
Desde ese primer ensayo descubrimos una debilidad en el equipo lituano que eran sus saques de centro. Una y otra vez su apertura fallaba el saque y nos daba una melé centrada o dejaba el balón colgado a la altura de nuestro tercera más abierto que con una cruz o con un apoyo cercano les ponía una y otra vez en apuros. En esta ocasión, tras no superar el centro del campo, les hacíamos una jugada clásica del repertorio liceísta, un yate. Paco levantaba la bola desde la melé al Chapero que fijaba a su ala antes de darle la bola a Gena para que, recordando viejos tiempos, se marchase hasta la zona de marca después de hacer un par de cambios de ritmo made in de la casa.
El juego se mantenía claramente a favor del lado azul, la primera línea formada por Avelino, Mitre y Paquete, hacía su trabajo con solvencia, y se encargaba de mantener a raya a los delanteros lituanos que no tenían mucho respecto por las zonas por donde entrar en las abiertas. Como antes avanzábamos, la touch funcionaba a la perfección con Tostado y Erik, y la tercera integrada por Javilón, Manazas y el Pre llegaba a los contactos bastante antes que los rivales. El Chapero y Jesús no tenían problemas de comunicación de balones a pesar de que el calentamiento había sido desastroso en ese aspecto, y los centros, Fernando y Pearson, no tenían problemas ni en ataque ni en defensa con sus pares lituanos. Por último, la tripleta trasera hacía daño en cada incorporación, y Gena, Borja y Angel Luis, ponían metros a favor las numerosas veces que les conseguíamos poner balones en sus manos.
En una de ellas, nueva carrera del Gena desde medio campo que vuelve a romper a toda su defensa. Pero esta vez, el rival más joven, que en este periodo formaba como zaguero, no cesa en el empeño y ya casi en marca hace detenerse al Gena cuando ya cantábamos la tercera marca. Por suerte Fernando ha seguido en apoyo y recibe el oval de manos de Dani para lograr su segundo ensayo particular y poner el 19-0 tras convertir esta vez la transformación.
Antes del final de la primera parte teníamos la primera baja, un golpe en el tobillo de David nos dejaba sin su participación para el resto del encuentro. Nada grave, pero el resultado del encuentro hacía absurdo correr ningún riesgo mayor. Entraba por él Padilla que iba a jugar unos buenos minutos antes de tener que retirarse también lesionado en el segundo periodo con una distensión muscular en el brazo.
Y a punto de cumplirse los primeros 20 minutos, el MVP del partido, Tostado, iba a conseguir nuestra cuarta marca. De nuevo en una jugada de delantera que acababa rompiendo a ras el futuro presidente del Club. Tras la correspondiente transformación, cerrábamos ese primer tiempo con un evidente 26-0 y una sensación de superioridad muy clara, cuatro ensayos a cero lo confirmaban. Llegaban los cambios y el equipo se reforzaba con la entrada de Fernando Mazo, Alf, Alberito y Julito Bonet en la delantera, y con George, Loco, Jordi, Zombie y Dani Largo. Todos se iban incorporando en este segundo periodo manteniendo la iniciativa de cara a nuestros intereses y no bajando la intensidad. A los pocos minutos sufríamos la ya comentada baja de Padilla, que se retiraba definitivamente con la lesión más preocupante del viaje (que no sea nada, Padilla). Pero antes ya le había dado tiempo de participar en el juego para la consecución del quinto ensayo obra de nuevo de Tostado, tras una buena combinación de toda la delantera que desarbolaba al Gelizidis Vilkas.
Mediado el segundo periodo y tras un par de intervenciones de gran mérito también caía con un tirón en el gemelo Dani Largo. Y aunque el resultado no estaba en cuestión y las lesiones no eran de gran importancia, sí que podían empezar a hacer cundir la preocupación en la banda que este año dirigía de nuevo espléndidamente Apa, a quien acompañaban en labores de apoyo y ánimo el Chungo, Joinse, Javier Largo y Piraña (este último también ayudando con los vendajes). Para tranquilizar momentáneamente a la afición, Fernando Diez cerraba su hat trick de nuevo con una penetración entre centros. 40-0 a mediados de esta segunda parte debían ahuyentar cualquier tipo de fantasma de dimisión de nuestro mister. Pero como no, algún tímido silbido y grito de ¡Apa vete ya! se escuchó en el momento en que el jovencito lituano, ahora ubicado en labores de medio melé, salía escondido de la espalda de su enorme número ocho para conseguir sus primeros puntos. Y poco después, justo después de que Borja tuviera que abandonar el partido por un golpe en el labio que le dejaría con aspecto de palmípedo para toda la primera noche (jódete, guapo), y en medio de la desorganización defensiva por esa baja, los lituanos ponían el definitivo 40-14 de esta parte. Un empate a dos en ensayos que nos haría ponernos las pilas en el tercer tercio.
El cada vez más preocupante número de bajas, el cansancio, la distancia en el marcador, y, sobre todo, la invasión de mosquitos que nos estaba aniquilando ya a esas horas de la tarde en esa zona boscosa, nos hizo pactar una reducción de la duración del tercer periodo de juego a 10 minutos. Diez minutos intensos que dieron de sí para ver algunas de las mejores acciones del partido con jugadas de continuidad que fueron aplaudidas por los espectadores que se habían acercado a ver el encuentro. En la primera de ellas era Alf el que la culminaba con el séptimo ensayo, y tras él, en una acción parecida, con múltiples pases de toda la delantera, Alberito ponía por octava vez el balón tras la línea de marca. Y para finalizar una jugada por la banda acababa en manos de Jordi, que deslizaba su cuerpo junto al banderín para cerrar nuestro marcador en 59 puntos después de que Fernando no lograse transformar este ensayo, algo que sí había hecho en los dos anteriores.
Antes del final su número nueve se iba a lograr escapar por última vez llevando su puntuación hasta los 21 puntos, con lo que se finalizaba definitivamente el encuentro.
Tras el mismo, y el paso por unas duchas que olían a algo que los lituanos decían que era el río pero que a nosotros nos recordaba más a otro tipo de vertidos menos naturales, celebramos el tercer tiempo en el propio campo, un poco más alejados de la zona donde nos habían acribillado los mosquitos. Un tercer tiempo corto, este año sin canciones (se perdieron las gloriosas actuaciones de Javilón, Julito y Apa de Bruselas), en el que se produjo el intercambio de presentes, the famous plate of Talavera.
Y, como siempre, finalizado el partido se termina la crónica, que podría haber seguido con el curso de inmersión lingüística de lituano, la evidencia de no haber ido a casa de nadie a cagarse en su jardín, las interminables facturas en las terrazas o las jornadas gastronómicas nocturnas a base de ajo. Pero esas son otras historias que no se cuentan en estas crónicas.
Como siempre muchas gracias a todos por participar. Nos vemos el año que viene en Bratislava (o donde sea)
Participantes en la gira VILNA 2015: Dimitrinas, Paquetaunas, Primitivas, Apalaukas, Joinsaukas, Alfaukas, Presidentas, Alberitnas, Julitaukas, Fernandomazaukas, Erikaunas, Javilonas, Manazaukas, Andreas, Avelinas, Largaukas, Zombaukas, Chaperaukas, Fernandaukas, Locaukas, Padillaunas, Borjaunas, Genaukas, Georgaukas, Angeluisaukas, Ojopipaukas, Jesusaukas, Campas, Chungkaukas, Pirañaukas y Marcaukas.
En 2014 participaron a finales de mayo en el Memorial Paco Usero de Zaragoza (donde se impusieron a FC Barcelona, Cantabria, Tenerife y empataron con el Fénix de Zaragoza. La final no pudo ser disputada por la lluvia) y en una gira a Bruselas donde se midieron al Kibubu.
Crónica del viaje a Bruselas (por Pablo Berra de Unamuno)
Ya estamos otra de vez de vuelta y esta vez bien podríamos decir que tras poner una pica en Flandes. Que nadie malinterprete estas palabras, que a lo único que nos referimos en esta crónica es a que volvemos con una nueva victoria de nuestro viaje anual europeo. Tras atravesar de nuevo los Pirineos, hemos vuelto a la senda de la victoria, cosechando un nuevo triunfo, esta vez, en tierras belgas.
A pesar de lo comentado tras el viaje a Lisboa del año pasado, de nuevo incumplimos nuestra primera intención, que era volver a viajar todos juntos en el mismo vuelo. Diferentes cuestiones particulares y sobre todo, motivos económicos de las condiciones de las compañías aéreas, nos hicieron volver a utilizar hasta 11 vuelos diferentes para llevar a todo el grupo hasta Bruselas (alguno desde China). Con esa disparidad de horarios de llegada vamos a poner como punto de inicio de este relato la mañana del viernes, por un lado, por ser el momento a partir del cual se concentró la mayoría del grupo, y por otro, no menos importante, por ser cuando se incorporó el que escribe esta crónica, que de lo acontecido el día antes no puede dar fe rigurosa. Antes del inicio, este año de nuevo tuvimos la primera baja ya que una indisposición del hijo de Fernando Romero, Pichi, le hacía tener que abandonar la expedición antes incluso de la salida. Un abrazo, Pichi, esperamos que el niño esté ya totalmente recuperado.
Como en cada viaje, la mañana del viernes se dedicó a establecer un primer contacto cultural con la ciudad. Un paseo habitual que sirve de relajación antes de afrontar el partido. Esta vez, a pesar de contar con innumerables referencias a puntos de interés en la capital belga, nuestro primer destino fue un parking público de 10 pisos de altura desde el que supuestamente se podía observar toda la ciudad, gracias a la geografía plana de la zona. Así, desde lo que nos dio la impresión de ser más un espacio orientado al botellón juvenil y a las actividades emocionales de las parejas adolescentes, que un mirador turístico, pudimos observar los tejados de la Grand Place, la silueta de un diminuto Atomium visto a varios kilómetros de distancia, y las torres de algunas reconocidas iglesias de Bruselas. Un buen collage de imágenes de la ciudad que a más de uno le dio por satisfecho en cuanto a su interés cultural, con lo que pudo orientar el resto del viaje a otras actividades, fundamentalmente el partido y beberse el agua de los floreros. Lástima que el dichoso Maneken sea una miniatura y no se pudiera observar desde ese parking, porque habría ahorrado alguna caminata de más a algunos.
Cumplido el objetivo cultural de la mañana, llegaba la hora de tomar contacto con la cerveza belga, en este caso con nuestra buena amiga Jupiler con la que hemos compartido muy buenos momentos estos tres días. Antes, en un momento de confusión del grupo, nos vimos a punto de entrar en un mercado callejero. Suerte que Marco reaccionó a tiempo para advertirnos de lo inconcebible de la situación, y tras expresar su desacuerdo con un rotundo “no me jodáis que venimos de viaje sin pibas y vamos a entrar a un mercadillo”, consiguió que tras un parón inmediato del grupo, se produjera un unánime asentimiento seguido de un cambio de dirección hacia una terraza donde pudimos apretarnos un par de jarras de medio litro.
Una vez conocida la famosa cerveza de Bruselas, tocaba comer, para lo que habíamos reservado mesa en un local cercano al hotel donde dimos cuenta del menú de partido de toda la vida, espaguetis y pollo. Los nervios debían atenazar al grupo o cada vez estamos más tontos con los móviles, porque en un momento de la comida apenas solo un par de comensales no estaba conectado a la wifi del local para chatear por el guasap. Y lo peor es que muchos de los mensajes eran para el grupo Bruselas del que formábamos parte todos los que estábamos sentados en la mesa. Definitivamente, una actitud que no puede ser sino fruto del nerviosismo pre-partido.
Tras una siesta reparadora más o menos profunda, se inició el complicado traslado del hotel al campo. La primera intención de la organización era haber contratado un autocar, algo que se desestimó por los precios de la capital europea. El siguiente medio de transporte elegido fue el taxi, pero ante la recomendación del recepcionista del hotel sobre el difícil tráfico de la ciudad los viernes por la tarde, la elección definitiva fue el metro. Sin entrar en detalles escabrosos sobre la dificultad de algunos para sacar billetes en una máquina, o sobre regresos repentinos al hotel para atender a necesidades fisiológicas, de las habituales dudas para encontrar la dirección adecuada o acertar con la parada exacta, el resultado fue que llegamos apenas 5 minutos antes de la hora de inicio del partido. De hecho Paco Manazas que había volado esa tarde y se incorporaba a la expedición en el campo, llegaba antes que el resto del grupo.
Un paso rápido por el vestuario, reencuentro con Paco y con Miguelón Andueza, nuestro cicerone en el Kibubu, y de nuevo nos encontrábamos, un año más, trotando y calentando para el partido. El campo estaba en un entorno muy chulo y contaba con un buen club house. Lamentablemente la época del año en la que hemos viajado hacía que el suelo estuviese un poco irregular y bastante duro. En cualquier caso nada en especial para jugadores que han pasado por Cantarranas o el de arriba de Orcasitas en sus buenos tiempos. Los vestuarios también tenían cierta curiosidad ya que estaban integrados en los bajos de un edificio próximo al campo, en una zona dedicada a los trasteros y parking de ese edificio. Como además no eran muy grandes, algunos tuvimos que cambiarnos fuera del propio vestuario aunque, por suerte, no coincidió con la llegada al parking de ninguna familia belga.
Y por fin, a las ocho de la tarde, con buen tiempo y media hora de retraso, dio comienzo al partido, que se concertó a tres tiempos de veinte minutos. El retraso en la llegada nos hizo acortar los preparativos y tuvimos que renunciar a escuchar la charla técnica de Carlitos Bravo y la arenga emotiva de Apa, que en esta ocasión se había unido al staff técnico.
En el inicio del encuentro el Liceo salió mucho más enchufado que Kibubu, y a través de buenas penetraciones de la delantera y alguna buena combinación de los tres cuartos, se fue acercando en varias ocasiones a la línea de marca belga. Sin embargo esa fase de ganas también coincidió con un buen cúmulo de errores en los últimos pases y de constantes pérdidas de balón después de jugadas bien elaboradas. Los contrarios no podían aprovechar esas pérdidas ya que a nuestros errores de manos, ellos correspondían con otros similares.
En cualquier caso, la sensación era de claro dominio visitante, fruto del cual, por fin, en el minuto 12 (más o menos que tampoco juega uno con reloj), Marco, nuestro hombre en China, abría la lata con el primer ensayo. Para ello hubo que recurrir a una jugada clásica, golpe lanzado a touche dentro de su veintidós, maul en penetración y ensayo. Como alguien grito al marcarlo, ¡¡¡¡precioso!!!!. Y es que a los belgas se les hacía complicado parar el empuje de nuestra delantera. A pesar de no poder empujar en melé por la norma de veteranos, la potencia de nuestra primera línea se hacía notar en cada agrupamiento, muchos kilos y experiencia en ese grupo que fueron formando Paquete, Javilón, Rubén, Avelino y Ramiro. Tras ese primer ensayo, el grupo de tranquilizó, y empezaron a desaparecer los errores del inicio del partido, se sucedieron buenas combinaciones a la mano, y la movilidad de nuestra tercera línea, integrada en diversas fases del partido por David, Paco, Marco, Padilla y Alberito dio lugar al resto. Los balones se movían con agilidad entre una inspirada pareja de medios, Chapero y Zombi, a los que no se les cayó un solo balón en todo el partido. Los centros, que se fueron alternando Andrés, Baby y el Loco completaban el desplazamiento del balón con rapidez, y en las alas, Angel Luis, Jordi y Gabi daban continuidad al juego y ponían en aprietos a su defensa. Por último Borja aparecía en varias ocasiones provocando desajustes en la línea belga. Así, en una jugada de ida y vuelta y después de un par de buenas fases, la línea colocó el balón en manos de Tostado que rompía la defensa en la banda para lograr el segundo ensayo.
Otro punto fuerte del juego del Liceo la tarde del viernes fue la touche, como ya se había visto en el primer ensayo. La posibilidad de levantar que se pactó al inicio del partido nos otorgó algunas variantes al lanzamiento de juego desde esa fase estática. Para ello contábamos con Alf, Tostado, Fernanditomazo, Chungo y Tete. Sin embargo el tercer ensayo, a pesar de partir de esa fase de juego, no tuvo como protagonista a ninguno de estos jugadores. En un lanzamiento contrario, el balón llegó al fondo del alineamiento donde se encontraban tres enormes belgas y Padilla que cerraba nuestra touche detrás de las dos infranqueables torretas que formábamos delante. En un salto impresionante de nuestro mineralizado y supervitaminado Padilla, este se hacía con el oval y corría hacía su defensa, a su apoyo acudía Paco Manazas que tras romper unos cuantos placajes ponía el 3-0 en el marcador aproximadamente en el minuto 18 y 53 segundos (así, a ojo)
Con ese marcador, y con la sensación de tener el partido entre las manos, nos íbamos al primer descanso, donde recibíamos el apoyo de nuestros hooligans que esta vez integraban Joinse, Largo, Julito y Mitre (estos dos últimos sin poder jugar por prescripción conyugal).
El tercer tiempo sin embargo se iba a complicar desde el inicio. La relajación del resultado y la entrada en el equipo contrario de un tres cuartos “nuevo zelandés” provocarían algunas dudas en el grupo. Un balón jugado en su veintidós y una carrera de todo el campo ya nos hacía ver que ese jugador nos traería problemas. Casi a continuación una intercepción de otro tres cuartos en nuestro campo ponía un inquietante 3-2 en el resultado de ensayos. Las dudas antes comentadas se instalaron sobre todo en la grada donde se empezaron a escuchar incipientes gritos de APA DIMISIÓN! y APA VETE YA! Casi como reacción a ese griterío ensordecedor lanzado por al menos una sola persona, el equipo se puso las pilas, y en una jugada dentro de su veintidós y tras una corta carrera que al protagonista le pareció larguísima, el Chapero lograba aumentar el marcador a 4-2. Corría el minuto 27 y 34 segundos, minuto arriba, minuto abajo.
Poco duraba la alegría ya que el mismo jugador de siempre recortaba de nuevo con otra carrera de mal gusto para los minutos en los que ya nos encontrábamos, 4-3.
El final de la segunda parte coincidía con un intercambio de opiniones entre Baby y el joven árbitro que seguramente debido al idioma no alcanzaban a llegar a un acuerdo sobre la interpretación de una jugada, algo que Baby le dejó patente (casi seguro que se enteró).
Llegaban los últimos veinte minutos y el resultado no estaba asegurado. Bien es cierto que la sensación en el campo era que el partido estaba controlado pero cualquier incidente podía desestabilizarlo. Bien pudo ser la doble expulsión que dejo a ambos equipos con 14 tras un nuevo intercambio de pareceres de Baby, esta vez con un contrario. Pero, sin embargo, esa circunstancia nos dio alas, y en una rápida incursión de Borja en el minuto 45 (creo), volvíamos a poner dos ensayos de distancia, 5-3. Y como ya era norma en el partido, en pocos minutos, los belgas volvían a ensayar para acercarse al 5-4. Era el momento de volver a la seguridad del golpe a touche, maul y ensayo, y esta vez era Rubén Koala el que confirmaba la utilidad de esa jugada, 6-4. Estábamos ya el minuto 52 y 25 segundos, o 26, no estoy seguro, aún quedaba tiempo pero era mejor asegurar porque sabíamos que era complicado que el kiwi no volviera a hacer una de las suyas. Y de nuevo a través de la delantera se castigaba su defensa para que nuestro medio melé volviera a posar el oval tras su línea de marca, 56 minutos exactos y un ya tranquilizador 7-4 que parecía cerrar el resultado. Para reforzar la situación los últimos minutos del encuentro se jugaban en su zona de veintidós donde se rozaba la octava marca, pero, al contrario, un dudoso golpe por retenido era sacado con velocidad y tras una carrera de todo el campo de nuestro “amigo” de las antípodas se cerraba el resultado con el definitivo 7-5.
Buen partido en definitiva ante un gran equipo que también nos ofreció un buen tercer tiempo. Nada más terminar ya nos obsequiaron con unas regaderas de 5 litros de las que dimos buena cuenta en el propio vestuario. Tras ello, nos desplazamos a un local próximo donde tuvimos que esperar a que acabase un partido de futbol de Holanda contra otros que nos sonaban pero que no sabíamos muy bien quienes eran. Por suerte, esta vez nadie le pidió antes del partido un antihistamínico al Pre, ni este se equivocó y le dio un miolastan como sucedió en Lisboa, así que todos permanecimos despiertos durante el tercer tiempo. Hubiera sido una pena que alguno se perdiera la actuación de nuestro capitán Javilón que nos ofreció lo mejor de su repertorio, éxitos como la Paella o el Gavilán pollero fueron aclamados por la enardecida audiencia. Hubo tiempo hasta para entonar nuestra versión de La Marsellesa cuando los belgas se intentaron arrancar con algo parecido. Y como fin de fiesta, nuestro particular Carlos “Gardel” Apaolaza hacía saltar las últimas lagrimas (de risa) del respetable con la sentimental interpretación de otro clásico, Pebeta.
En medio de todo esto les dimos el famous plate of Talavera (esta vez un poco descascarillado y eso que por no facturarlo alguno tuvo un problema de ropa interior durante todo el viaje).
Y con esto acababa la parte narrable de la gira, después ya vendrían los consejos higiénicos sobre la inutilidad de aplicarse jabón si no hay agua, la investigación nocturna del Pongo pygmaeus, las idas y venidas por la calle de enfrente del hotel, y todas esas anécdotas que, como siempre, quedan solo para los que fuimos.
Muchas gracias a todos, como siempre esto es un lujo que solo se puede hacer gracias a la participación de todos. Gracias también a Miguelón y al Kibubu por su hospitalidad.
Hasta el año que viene!!! Podéis ir pensando ya en destinos y nos los vais diciendo que los organizadores ya haremos lo que nos salga de ahí.
Participantes en la Gira BRUSELAS 2014: Alberito, Alf, Andrés, Ángel Luis, Apa, Avelino, Baby, Borja, Carlosbravo, Chapero, Chungo, David, Fernanditomazo, Gabi, Javilón, Joinse, Jordi, Julito, Largo, Loco, Manazas, Marco, Mitre, Padilla, Paquete, Ramiro, Rubén, Tete, Tostado y Zombi.
Seguimos invictos fuera de la península ibérica!!!. En su interior hemos cosechado nuestra primera derrota en los test internacionales que venimos celebrando desde el 2008, pero pasado los Pirineos seguimos invictos muchachos.
Lisboa ya se presumía como un destino complicado en lo referente al rival con el que disputar el encuentro, lo que unido a algunas bajas importantes, y a la escasez de banquillo para esta categoría, dio lugar a nuestra primera derrota internacional. Nada grave, por supuesto, ya que el resto de objetivos del viaje se vieron cubiertos completamente en la capital portuguesa (objetivos culturales todos ellos, por supuesto).
Buscando más motivos de este cambio de dinámica, quizás la cosa ya empezó un poco diferente desde la organización, con una planificación de viajes que incluyeron varios medios de transporte, dos días diferentes de llegada y hasta 8 grupos distintos llegando a Lisboa en diferentes etapas. Como de todo se aprende, para años posteriores nos plantearemos volver a la sistemática de un solo grupo para hacer aún más piña.
Independientemente del ritmo de llegada, la planificación de la gira fue similar a la del año pasado, incluyendo la noche del jueves en el destino para poder disfrutar de unas horas más previas al partido (porque las de después van mucho más rápido). El jueves noche apenas dio para conocer las calles adyacentes al hotel, y empezar a identificar la múltiple oferta piscícola de los restaurantes lisboetas. Fue también el momento de presentación con dos grandes amistades de nuestra gira, Sagres y Super Bock, las dos cervezas con la que hemos compartido muchos ratos de este fin de semana. También para descubrir que a las terrazas de los bares se las conoce como “esplanadas” aunque midan menos que el pasillo de la casa de George.
El viernes por la mañana, un poco de turismo, un viaje en tranvía, un amago de visita al Castillo, y de nuevo un repaso a los nombres de los peixes del Atlántico realizado en una esplanada bajo la lluvia al más puro estilo turistón de Plaza Mayor en España (aunque mucho más barato). Y tras ello, vuelta al hotel, siesta reparadora, recogida de los últimos viajeros que llegaban, y salida hacía el partido, esta vez sí, todos juntos en un autocar contratado a tal efecto.
El tiempo, que no nos ha acompañado para el resto de actividades de la gira, era ideal para jugar al rugby. El campo, el Estadio Universitario, estaba también en condiciones perfectas, y se planteaba como las mejores instalaciones donde hemos jugado en estas últimas giras. No hay excusa por tanto en las condiciones externas en el resultado final del partido que estábamos a punto de comenzar.
Antes de salir de Madrid habíamos tenido la baja de última hora de Padilla, que por motivos familiares había tenido que suspender su viaje. Esta baja de sumaba a la del Gena que un par de días antes también abandonaba el grupo por causas laborales. Nos presentábamos por tanto el Lisboa 28 personas de las que 8 no iban a poder vestirse de corto. En el mismo campo se unía a la expedición Sebastiao Petronilho, exjugador del Club que ha vuelto a Portugal después de jugar varias temporadas con nosotros. 21 jugadores para un partido de veteranos conforman una plantilla algo corta, como después íbamos a poder comprobar en los últimos minutos del partido.
El equipo contrario oficialmente era Os Belenenses, pero contaban con varios refuerzos de Cascais y de Universitario, disponiendo de algunos cambios más que nosotros. En sus filas algunas caras que nos sonaban conocidas y que correspondían a varios jugadores internacionales portugueses de hace algunas temporadas.
Antes del partido las consignas de nuestro entrenador Carlitosbravo eran acompañadas esta vez con las aportaciones de ánimo de nuestro capitán, Javilón, a quién una lesión le impedía salir en esta ocasión.
Desde el pitido inicial se comprobó que la cosa iba en serio y que el partido sería muy disputado. Tras unos primeros minutos de tanteo en los que ambos equipos dejaron claro donde estaban sus mejores bazas (nosotros delante y ellos en los tres cuartos), el juego se fue desplazando hacía el campo portugués fruto de las buenas actuaciones de nuestra delantera. A partir de roturas de la línea de Paquito Manazas, se sucedieron buenas encadenamientos de pase apareciendo Rubén, Tostado o David. En otras ocasiones fueron buenos relanzamientos de Urqui jugando en corto con Paquete, Mitre, Alf, o Bellosillo. Un par de touches a cinco desaprovechadas daba paso a la primera decepción. Una melé en su veintidós la jugaban con una patada por encima de nuestra defensa que lograban capturar en carrera y lograr el primer ensayo.
Parecía un mero accidente, así que de nuevo a la carga. Nuevo apretón del Liceo, y otra vez ellos encerrados en su veintidós, esta vez después de un par de combinaciones de la línea con Jesús jugando en corto con su hermano Javier y este con George en el ala, o cruzando con Andrés en el centro para combinar con Ángel Luis o esperar la entrada del Chapero. A partir de ese juego de nuevo estábamos encima de su línea de marca, y tras varios intentos de perforarla, se sucedía la segunda jugada desgraciada de la tarde. Una intercepción casi debajo de palos contrarios y con toda la línea desplegada esperando el balón, se convertía en el segundo ensayo bajo palos de los Belenenses. Un nuevo garro de agua fría que esta vez sí, hizo más daño en nuestros ánimos. Los siguientes minutos fueron de claro dominio portugués y, a pesar de alguna buena jugada de defensa con buenos placajes (sobre todo a su número 8), en una jugada en el centro del campo entre éste y su medio melé (con una leve pantalla de por medio), encadenaban su tercera marca. La situación se ponía peligrosa, pues una bajada de brazos podía llevarnos al desastre, así que, después de varios gritos de ánimo entre todos, nos pusimos las pilas para empezar a recortar la ya amplia ventaja.
A partir de ese empujón de orgullo, de nuevo volvimos a pisar su campo, y pese a perder de nuevo algunas oportunidades claras en el último pase, sobre la bocina del primer periodo Urqui conseguía posar por primera vez el balón en su zona de marca.
El descanso sirvió para convencernos que podíamos conseguir la remontada, para persuadirnos teníamos las instrucciones de nuestros técnicos y las voces de aliento y consejo de Fernanditomazo, Joinse, Borja, Zombi, Dani y Diego, que sin poder jugar directamente, participaban activamente desde la grada.
La segunda mitad empezó de la mejor manera posible. Apenas transcurridos unos pocos minutos, Manazas rompía su defensa fuera de veintidós y corría hasta palos para poner un esperanzador 3-2 en el tanteo de ensayos.
Los portugueses intentaban reaccionar y nos apretaban en nuestro campo. Eran momentos de intensa defensa en la se hacían notar la participación del Rulo, Alberito, Chungo, Loco, Jordi o Sebastiao que iban entrando como refuerzos. El juego se mantuvo bastante tiempo parejo, sin que ninguno de los equipos pudiera lograr imponerse. A alguna buena jugada nuestra respondían los Belenenses, y a una incursión suya en nuestro campo les respondíamos con la misma moneda. Pero según avanzaba el partido empezaron a aparecer las primeras lesiones, y las primeras miradas a un banquillo en el que ya no había mucho más donde rascar. Sin ninguna lesión grave que lamentar, ya había un par de jugadores fuera de combate por golpes y tirones musculares, mientras que ellos seguían teniendo sabia fresca de la que ir tirando.
A falta de apenas 5 minutos para el final, una jugada por el cerrado de uno de sus mejores jugadores terminada con su cuarto ensayo y casi definitivamente con nuestras esperanzas de remontada. Ya había poco que hacer, y aunque se mantuvo el tipo en el campo, todavía tendríamos que sufrir la última marca que cerraba el resultado ya en el último minuto del partido.
La primera derrota ante un gran rival que nos dejaba el mal sabor de perder un encuentro pero la satisfacción de haber jugado un buen partido de rugby que en muchas fases no parecía de la categoría veterana de los componentes de los dos equipos.
El tercer tiempo se celebró en las propias instalaciones, en un espectacular Club House, que ya quisiéramos para nosotros. Un buen ambiente para cerrar un partido que siendo duro no había tenido apenas enfrentamientos más allá de algún pique anecdótico. Como se comentó en el tercer tiempo, nuestra serie con Belenenses está ahora empatada, con una victoria para cada club después de la que conseguimos en el Urtubi hace un par de años. Habrá que buscar un tercer enfrentamiento para deshacer este empate. Pero eso ya tendrá que ser otro año, igual que nuestra próxima gira, la del 2014, en la que tendremos el objetivo de volver a la senda de los triunfos (habrá que salir de la península Ibérica).
Como siempre esta crónica termina aquí, después del tercer tiempo del partido. Todo lo que pasa después en las giras se queda en ellas, y es recordado y recordado cada año en la siguiente. Por eso animamos a los que quieran saber que pasó en cualquiera de estos viajes, que venga a uno, y además de disfrutarlo en directo conocerá de primera mano las anécdotas de todos los anteriores.
Participantes en la Gira LISBOA 2013: Alberito, Alf, Andrés, Ángel Luis, Bellosillo, Borja, Carlosbravo, Chapero, Chungo, David, Fernanditomazo, Fragel, George, Javilón, Jesúx Delgado, Joinse, Jordi, Largo (Javier), Largo (Daniel), Loco, Manazas, Mitre, Paquete, Rubén, Rulo, Tostado, Urqui y Zombi
Un año más, y otra villa que entra en el orgulloso grupo de ciudades conquistadas por el Liceo Francés de veteranos. Este año ha sido Berlín la que ha quedado marcada en el mapa europeo como “victima” de nuestro equipo. El partido resultó verdaderamente duro, y no solo por lo ajustado del marcador final, la innumerable ristra de lesionados que aguardábamos en la banda al pitido final, éramos prueba patente de la fortaleza del contrario, y del nivel de juego del partido.
Pero vayamos al inicio. Este año, como novedad, viajamos el jueves para poder descansar la noche anterior al encuentro. Bueno, el motivo real fue la huelga de pilotos de Iberia, pero queda mucho mejor decir que teníamos esas intenciones. En el aeropuerto, caos como siempre. Unos que vienen con tarjeta de embarque, otros que la tienen que sacar allí, y Alberito que no aparece. No conseguimos tener a todo el grupo organizado hasta casi el momento de subir al avión, y es cuando nos confirman que Alberto se ha quedado fuera por la sobreventa de billtes, también conocida como el tipo del “overbooking”, y debe esperar en Madrid al día siguiente. Como además le indemnizan con 400 €, comienzan las dudas del resto de expedición sobre la oportunidad de que sobren más personas. Efectivamente, unos minutos después, y ya dentro del avión, una confusión de nombres deriva en una nueva posibilidad de abandonar la nave por esos 400 pavos (Dani Largo se encarga de hacerlo público a gritos a todo el pasaje, ante la cara de incredulidad de la azafata, que le había pedido si, por favor, podía preguntar discretamente a alguno del grupo si se quería bajar). No da tiempo ni a mirarse entre nosotros cuando Alf (en posición de salida de 100 mts desde que había subido al avión), salta de su asiento y recorre el pasillo para aceptar la oferta. Resultado: hemos perdido a Alberito y a Alf del grupo inicial, a los que se unirán Jordi y Andrés que ya llegaban el viernes, y Burga que ha salido esa tarde de Munich y que recorre media Alemania con su furgona y dos cajas de cervezas para unirse a la expedición en el hotel.
Llegada a Berlín sin más novedades, reencuentro con Burga en la puerta del hotel, que pese a lo que nos había dicho sigue exactamente igual, incluido su afamado problema con la combinación de colores de la ropa (calcetines incluidos). Como lo importante es cuidarse bien para el partido del día siguiente, el grueso de la expedición decide cenar algo cerca del hotel y recogerse pronto. Llegan las primeras dudas cuando alguno duda de la fuerza de voluntad del resto, y cuando se pronuncian peligrosísimas frases del tipo: “yo una birra y a la cama”, o “hoy salímos de tranquis”, que todos sabemos como suelen acabar. El local para cenar termina siendo un kebab gestionado por un chino sonriente, que nos enseña lo que es la amabilidad del servicio berlinés y, sobre todo, un nuevo concepto de elaboración de cheese burger que para si quisiera Ferran Adriá. Unas risas, unas cervezas (pocas), un licor de dudoso origen que nos regala el chino, y camino de vuelta al hotel. Unas luces rojas que anuncian un pub frente a nuestro alojamiento hacen las veces de demonios tentando a la expedición, pero finalmente el compromiso con la victoria vence, y el grupo se recoge pronto.
La mañana del viernes se aprovechó en diversos grupos para efectuar una primera visita turística por la ciudad. Como cada grupo visitó una zona de Berlín no entraremos en mucho detalle desde esta crónica. Los múltiples reportajes fotográficos de cualquiera de los expedicionarios podrá exponer mucho mejor los sitios visitados por cada uno, y sus correspondientes inquietudes culturales (o inculturales, en algún caso)
Otra novedad de esta gira era que el desplazamiento hata el partido, lo hacíamos en transporte público. Así que, una vez reunidos todos los miembros de la expedición en la puerta del hotel con apenas media hora de retraso sobre la hora de cita, partimos hacía el campo que en teoría estaba a unos veinte minutos, que recorrímos en cerca de una hora. Ante el comentario de un expedicionario que no recordaba la última vez que fue a un partido en metro, pudímos confirmar que no había más de dos que hubieran usado ese medio de transporte para ir a jugar en los últimos 20 años. En este aspecto destacaba Cami, que aportaba su juvenil porte al grupo, provocando que, definitivamente, pudiéramos ser confundidos con un equipo cadete. Al llegar al campo encontramos a otro liceísta más para el equipo, Manu Marcos, que vive en Berlín y se ha acercado a jugar con nosotros (después también aparece Gondo que estaba de vacaciones pero sin botas, ¿a quién se le ocurre irse de fin de semana con su chica, y no meter las botas en la maleta?)
Y ya estamos liados de nuevo, a punto de empezar un partido en otro país, y con las mismas dudas de siempre. “Yo puedo jugar medio tiempo”, “yo mejor de ala diez minutos”,”estos tíos son unos tochos”, “parecen más viejos” ,”parecen más jóvenes” ,”no sé que parecen pero son más grandes”, “he visto un de argentinos que tienen pinta de jovencitos”,… Nada que no se haya oído antes de Praga, Dublín, Budapest, Ámsterdam,… Y como en otros viajes, la primera baja, en el entrenamiento. El intenso calentamiento de nuestro capitán, Javilón, se cobra la rotura del bíceps femoral del Loco, que se despide así del partido antes de su inicio.
Pero todo eso no es nada que nos haya impedido, como cada año, llevarnos el gato al agua. Aunque esta vez costó más, mucho más. El Berliner RC ha sido, de largo, nuestro rival más duro fuera de España. El partido empezó bien para nuestros intereses. Los primeros minutos tuvimos claramente la posesión, y no parecía que los alemanes nos fueran a dar tanta guerra como después nos dieron. En una buena combinación de la delantera, Ángel Luis se incorporaba desde el ala, y cedía el balón a David que tras varios gestos técnicos exquisitos (para su edad), lograba posar por primera vez el balón en marca. Era el primer ensayo de la tarde y caía para el Liceo. Tras ese ensayo el Liceo siguió dominando, hubo varias oportunidades perdidas por caídas de balón fruto, sin duda, de la falta de entrenamientos de este año (ni un tocata hemos jugado). También hay momentos para deleitarnos con el juego de fantasía de Jesús Delgado, y sus pases imposibles bajo las piernas, y de George, con sus pases improbables entre las piernas. El Gena se lesionaba en uno de sus primeros sprints, y teníamos que dejar de contar con su velocidad. Con la que si contamos es con la de Ángel Luis, que en una carrera de más de 50 metros rompe de nuevo la defensa teutona, y logra el segundo ensayo. De nuevo la jugada sale cara, porque Ángel cae muy tocado tras el esfuerzo. Tras este prometedor inicio, los alemanes reaccionan. Cuentan para ello con un buen elemento, un joven jugador chileno que más tarde veremos en las fotos de promoción de su primer equipo. Cuesta parar a este chico que participa en todas las jugadas de su equipo. Por su parte, su delantera cuenta con buenos elementos, y una buena capacidad para entrar en rucks y mauls por cualquier parte. Eso, unido a la relajación del Liceo tras su inicial ventaja, hacen que los alemanes anoten dos veces y logren el empate.
La reacción es inminente, y llega la mejor jugada del partido. En un triple intento de choque contra sus delanteros, y tras los dos primeros fracasos, Cami consigue en esa tercera ocasión caer dentro de marca con el balón y un jugador alemán colgando. De nuevo en ventaja, y esta vez con el subidón de, una vez más, ver anotar al Cami.
Final de la primera parte (jugábamos a tres partes de 20 minutos), con ventaja en el marcador, pero con varios lesionados y sensaciones de que la cosa no pinta clara del todo todavía.
La segunda parte es una confirmación de esas dudas. El carrusel de cambios provoca algún desajuste defensivo y los alemanes anotan dos marcas obra de dos de sus jóvenes integrantes. El partido se ha dado la vuelta y ahora toca remontar. No será en esa segunda parte que transcurre sin más ensayos pero con buenas oportunidades para el Liceo que, de nuevo, se escapan por errores de manos en el último pase.
Y comienza el tercer y último tiempo. Antes, en el descanso, Burga arenga al grupo, se nota que tras tres años en estas tierras tiene facturas pendientes con los alemanes. No se puede perder, no se puede perder!!!. Y con esas ganas, se juegan los veinte minutos más intensos de todas las giras. Jordi Campas rompe la defensa en una enorme jugada de todo el equipo, aunque tras su ensayo hay de nuevo un par de jugadores tirados por el suelo. Toca también defender y se ven placajes impresionantes, como uno de Borja al chileno, o francesas salvadoras sobre nuestra línea de marca. Y a falta de poco más de 10 minutos, Alberito nos pone por encima en el marcador. Antes lo ha intentando Pablo Gutiérrez en una carrera por la banda que se queda a escasos metros del éxito. Todo parece aclararse definitivamente cuando Santi, que se ha jugado un partidazo, pone el sexto ensayo en nuestra cuenta. Dos marcas de ventaja pero con el equipo muy, muy tocado. Apenas se mantienen en pie 14 jugadores de los 26 que habíamos iniciado el partido, hay que repescar lesionados y alguno sale al campo en penosas condiciones para aguantar los 5 minutos que faltan. Los berlineses aprovechan nuestro limitado estado y logran romper de nuevo la defensa anotando su quinto ensayo. Queda muy poco tiempo, y no parece posible que haya tiempo para dos marcas más, así que tenemos casi asegurada la imbatibilidad, pero no nos conformamos con el empate. De nuevo un par de buenas defensas, y el balón pasa a nuestras manos. Ya no se puede alargar más, el tiempo se ha cumplido, y estalla la alegría con el pitido final del arbitro. Bueno, estallar no estalla mucho porque apenas hay gente en pie para celebrarlo.
El tercer tiempo se celebró en el mismo campo, en una pequeña terraza que ya quisiéramos nosotros tener en el Urtubi. Entrega de recuerdos, incluido el “Famous Talavera Plate” del Liceo, y buen ambiente de camaradería entre ambas plantillas. Tras unas cervezas en esa terraza nos llevaron a su Club Social, un pub irlandés en plena milla de oro berlinesa que pasó a ser nuestro Cuartel General desde ese momento. Un descuento del 20 % en las consumiciones, la posibilidad de ver la final de la Aviva Premier el día siguiente, y seguir las rígidas instrucciones de Lisa, la “Rottemeyer” del garito, nos hizo convertir el Pub (de cuyo nombre no puedo acordarme) en nuestra segunda casa en Berlín.
Y del resto de las cosas que pasaron quedará memoria virtual en la cabeza de cada uno de los que allí estuvimos y lo disfrutamos.
Ya toca decir: Adiós Berlín, Hola ¿¿?? se abre la encuesta de destinos para la gira 2013. Si los alemanes trabajan lo suficiente este año (les hemos visto bastante apañados), y nos rescatan de la bancarrota, el año que viene nos volveremos a ver en ¿Riga? ¿Moscú? ¿Lisboa? ¿Casablanca? ¿Dubrovnik? ¿Bruselas?…. (destinos mencionados durante este viaje)
Se abre la encuesta. Como siempre al final los organizadores ya haremos lo que nos salga de los huevos.
Gracias a todos por vuestra presencia.
Participantes en la Gira BERLÍN 2012: Alberito, Alf, Andrés, Ángel Luis, Baby, Borja, Burga, Cami, Carlosbravo, Chapero,Chungo, David, Erik, Fernanditomazo, Fragel, Gena, George, Javilón, Jesúx Delgado, Joinse, Jordi, Largo (Javier), Largo (Daniel), Loco, Mitre, Padilla, Paquete, Paquetín y Santi.
PRAGA 1988-2008 “Veinte años después”…volvimos a hacerlo.
Puede que fueran los hados, la fuerza de la costumbre, o la del destino, pero 20 años después, volvimos a cocernos en Praga. Mira que íbamos con otros ánimos, con la edad, ya se sabe, crecen las expectativas culturales, y había mucho interés en valorar como habían influido los cambios socio-políticos de estos años en la sociedad checa post-comunista. Además, ya no estábamos preparando ninguna temporada para el ascenso, y la actividad deportiva esta vez se planteaba como algo colateral.
Pues nada, ni con esas, otra vez las pibos pudieron más que cualquier otra cosa, y la actividad fundamental del viaje estuvo desarrollada bajo la bendita influencia del zumo de cebada (y otras bebidas espirituosas).
Como este cronista no acompañó a la expedición oficial del viernes, el contenido de este resumen escrito se inicia en el aeropuerto de Praga-Ruzyne, y, por motivos obvios de autocensura, finaliza en el tercer tiempo del partido (todo lo acontecido tras abandonar las instalaciones deportivas queda para la memoria de los que allí estuvimos, y, como no, a la imaginación de los que no vinieron)
Con unos minutos de retraso sobre el horario previsto, el grupo mayoritario de la expedición aterrizó en Praga en la mañana del viernes 13 de junio. Pudimos acabar en cualquier parte dela Republica Checadespués de dejar las bolsas en el maletero de un autocar equivocado, pero por fortuna nuestro destino fue el Hotel Pyramida, campamento base de nuestra estancia durante el fin de semana. Como aún no teníamos información de nuestro líder políglota, es probable que más de uno, equivocadamente, aprovechara la breve estancia en el Hotel para montar en la maquina de subir escaleras o plantar algún pino, algo que por la noche quedó claro estaba terminantemente prohibido hacer en las paradas breves.
Tras ese reposo, partimos, nunca mejor dicho, con rumbo incierto, pensando que íbamos a la ciudad de Praga. Nuestro guía era Martín Kafka, que haciendo honor a su famoso antepasado, nos planteo una absurda vuelta por un parque para acabar exhaustos en una, eso si, bonita terraza. Allí fue el primer contacto del grupo con las pibos, que pese a las continuas reprimendas del Director Deportivo del grupo, poblaron las mesas de casi todos los comensales. Tras una frugal comida, y con el susto en el cuerpo de tener que desandar el camino hecho ¿siguiendo? a Kafka, cada uno se recogió al Hotel para un breve descanso previo al partido.
Antes de salir, y por petición popular, se adquirióla Kurrutacadel viaje, un espantoso oso con los colores del Slavia de Praga (más o menos como el aletí), de la que daremos poca información para no entrar en escabrosos detalles que nada pueden aportar a este relato. Nuestro recién nombrado entrenador, Carlitos Bravo, fue confeccionando la posible alineación consultando la disponibilidad en capacidad aeróbica y/o anaeróbica de cada jugador convocado, y así, en un autentico ejercicio de planificación, fue encajando los cinco minutos que querían jugar algunos, con las dos carreras que querían dar otros, para terminar elaborando el XV inicial y los posibles cambios en cada puesto.
Un relativamente corto viaje, con un cambio de dirección en marcha atrás por encima de las vías del tranvía con un autocar de 50 plazas (todo un fitipaldi el chofer), nos llevó hasta el terreno de juego, un campo en buenas condiciones con un club-house de muy buena pinta. El tiempo parecía el perfecto para la práctica del bello deporte del balón ovalado, una leve brisa refrescaba la tarde, y el sol calentaba lo suficiente para no tener que abrigarse en la banda (después resultó que brillaba de más, porque tras el partido a George le escocía la calva).
Desde la llegada a las instalaciones hasta el inicio del encuentro, se sucedieron las miradas y comentarios sobre la edad y condición física de nuestro rivales. La cosa cambiaba por momentos, y a frases del tipo “son unos tarras, yo juego”, le seguían miradas furtivas al vestuario con comentarios de “ya están llegando los jóvenes” o “no os fiéis que han venido pronto los abuelos pero ahora llaman a su nietos”.
Fueron momentos de gran incertidumbre, en los que a los nervios propios de una cita internacional se sumaba el desconocimiento del nivel del rival. Se acercaba la hora del inicio, y aún no podíamos discernir que nos íbamos a encontrar delante. A pesar de los intentos por retrasar el pitido inicial para dar tiempo a que Santi, nuestro hombre en Londres, llegase a jugar, finalmente tuvimos que claudicar y dar por iniciado el partido. Pero antes, la primera baja, el Largo no superaba las pruebas de su lesión de tobillo durante el calentamiento, y con mucho pesar no podía entrar en la convocatoria.
El partido empezaba, y las primeras jugadas fueron de mucho tanteo. El Liceo, a través de su medio melé, un rejuvenecido Tomy, ejercía el control del juego manteniendo el oval cerca del paquete de delanteros. Siguiendo (a veces) las indicaciones de nuestro técnico, se buscaban fases cercanas, y mucha continuidad, intentando mover a nuestro rival, que definitivamente parecía en peores condiciones físicas que nosotros.
A los pocos minutos un codazo involuntario dejaba postrado a este cronista, pero la rápida asistencia desde la banda introduciendo medio litro de agua con gas por la nariz le hacían reaccionar para el resto del partido. Y casi a continuación llegaba la jugada fundamental del encuentro, el primer ensayo que rompía la lata. Una combinación de la línea de tres cuartos del Liceo, llevaba el balón hasta la entrada en segunda cortina de Carlos “Mendrugo”, quién, en una rápida y fugaz carrera, y con dos jugadores contrarios colgados de su cuello, lograba llegar a marca. Apoteósico y fundamental ensayo que servía para romper la igualdad en el marcador, y derribar la férrea defensa checa. A partir de ese momento todo resulto mucho más fácil. Como esto sucedió aproximadamente en el minuto diez de partido, y jugábamos a dos tiempos de 25 minutos, pues tuvimos 40 minutos para meterles la del pulpo, pero todos fuimos conscientes que la clave fue esa jugada.
Hubo jugadas de mucha continuidad con buenos movimientos y criterios técnicos, acciones espectaculares, como la de Jesús Delgado pasando a un lado y mirando a otro que afortunadamente confundió solo a los rivales (podía haber pasado al revés), jugadas de velocidad pura con Ángel Luis y Borja enseñando los talones a sus defensores, jugadas de potencia, como una espectacular percusión de David contra un rival que después resultó tener sesenta y nueve años (aparentaba 68). También dio tiempo a defender, y algún pobre señor checo se volvió a casa después de recibir un placaje contundente de Javilón, George o el mismo David. Actuaciones memorables también las de Julito Bonet, en su reencuentro con el talonaje y la touch, de una “ligera” primera línea formada por Villi, Cami, Galache, Paquete, Gabi, Pichi y Luis dela Osa, una segunda aún más liviana con Ramiro, Fernando Mazo, Alberto Diez, y un Pedro Caba, que pese a no calentar moviendo los codos como los pajaritos, fue capaz de montar un maul él solo esperando a contrarios y compañeros. También impresionante la aportación en la línea de la experiencia de Alfonso, Loco, Jordi Campas y el que escribe, y por supuesto de esos veteranos especiales que nos acompañaban, y que en el sentido literal del termino, las botas no las tienen aún colgadas definitivamente: Capi, Gonzalo, Marco, Fernando, Andrés y Borja.
Con el inicio del carrusel de cambios se dio paso a momentos sublimes, como la cara de incredulidad de Tomy cuando se le indicaba desde la banda que debía pasar a jugar de zaguero, una expresión que incrementó seguro las arrugas perioculares de nuestro exiliado santboiano. O la discutible decisión de poner de medio meleé a David, que incomprensiblemente no fue acompañada con la puesta en juego de un segundo balón para hacer compatible su juego con el del resto del equipo (faltó el grito de cruz antes de hacerla falsa e irse a por su primer ensayo)
La cosa ya estaba pasando de paliza normal a de mal gusto, cuando desde la banda se tomó la decisión de asegurarnos el tercer tiempo cediéndoles la posibilidad de que anotaran. En una maniobra sutil y muy camuflada, nuestra línea permitió el manejo del balón hasta el ala, para que éste corriera desde el centro del campo hasta la zona de marca. A pesar de que las instrucciones eran claras, y se ejecutaron con habilidad, Alberito decidió que había que disimular aún más (eso, o que no se enteró de nada, que también puede ser, claro), y salió disparado persiguiendo al jugador checo. Mientras surgían voces de “dejalo, déjalo, que no nos invitan a cerveza”, Alberto daba caza al pobre ala contrario y le placaba inmisericordemente. Por suerte, otro checo había acompañado la jugada en apoyo, y por más suerte aún, a Alberto no le dio tiempo a levantarse tras el primer placaje, terminando la jugada con su único ensayo.
Y de ahí al final poco más ya que relatar, alguna nueva jugada y ensayo hasta un resultado final que este cronista no pudo contabilizar. Antes de retirarnos al vestuario, sesión de fotos con la incorporación del resto de la expedición que no había podido participar en el partido, el mencionado Largo, Carlitos Bravo, Joinse, Jordi Jorda, el Negro y Javier Mendruguito que tras estar tantas veces delante de las cámaras decidió esta vez ejercer él de paparazzi.
La llegada a los vestuarios ya empezó a ser prometedora, en la puerta de los mismos, en una pequeña terraza con una barra, nos esperaban los jugadores contrarios con una jarra de cerveza de regalo para cada uno con el escudo de su club, y un barril de cerveza para llenarla. ¡No había ni que cambiarse!, y como además, no nos acompañaban ninguna mujer que nos indicase que nuestro olor era incompatible con nada, pues pudimos degustar los primeros tragos en ropa de campaña. A esas alturas apareció por fin Santi que lamentablemente no pudo participar en el partido, un complot del equipo contrario muy bien urdido, nos había hecho darle una dirección equivocada, y aún así consiguió aparecer en el campo, eso si, demasiado tarde.
Todavía estábamos algunos en traje de corto cuando se procedió a la entrega de presentes que nuestro capitán, Javión, tuvo que realizar con una toalla (bien atada), y la cara llena de espuma de afeitar. Hubo regalos entre los clubes, al árbitro, y un recuerdo para el autor intelectual de esta Gira, Julito Bonet, que inició todo esto hace un año.
Y después vino el viaje al hotel, las espectaculares indicaciones en inglés de nuestro guía turístico, las noches de Praga, las amistades peligrosas dela Kurrutaca, el partido de fútbol de España en la cueva, el Harley, …pero eso, como ya se dijo al principio, queda reservado para los que lo presenciamos.
Praga 2008 ya es historia, hay que pasar página y pensar ya en el próximo destino. En Praga se habló de varias posibilidades, como la aprovechar la excusa de los veinte años e ir repitiendo las giras de los ochenta cada año, Argentina “Veinte años después”, Canada “Veinte años después”, Rusia,… aunque no sabemos si colará en nuestras familias. Tampoco pensamos que sea viable convencer a nuestras parejas de una Gira a Cuba solo para tíos, y otras opciones parecidas encontraran similares dificultades. Desde esta crónica lanzamos el reto tanto para plantear un nuevo destino, como para tomar el testigo en la organización. Esto hay que repetirlo (aunque sea una vez al año). SPORTICI PAPAT. FREDOM FOR CURRUTACA
Alineación (no necesariamente por este orden): JL, Paquetín, Rubén, Fernanditomazo, Paquete, Mendrugo, Pre, Javilón, Chungo, Julito Bonet, Antonio, Canelo, George, Largo, Loco, Gustavo, Ángel Luis, Gena, Zombi, Chapero, Gabi, Jordi Campas, Pepito, Joinse, Manolito, Lucio, Mendruguito, Alberito y Apa.
Tanteo: 5-0 Ensayo de uno suyo que corría un huevo y se iba de todos (1´); 5-5 Ensayo de Ángel Luis (10´); 5-10 Ensayo de Gena (14´); 10-10 Ensayo de uno que apoyaba al que se iba siempre pero esta vez lo placo el Gena (22´); 15-10 Ensayo suyo, no me acuerdo de quién (35´); 15-15 Ensayo de George (38´); 15-20 Ensayo de Pre (50´)
Sábado 10:30 de la mañana, hora programada de salida, como era de esperar, falta más de media expedición. De todas formas ya van a apareciendo las primeras caras conocidas (cuerpos reconocibles, ni uno), y van surgiendo los primeros saludos afectivos: “¡Que gordo estás, cabrón!” “y tu que calvo” “y tu que arrugado”. En definitiva un emotivo reencuentro enla Plazadel Liceo mientras los cadetes allí convocados para otra actividad, miraban con cara de extrañados intentando averiguar quienes éramos aquellos señores mayores que nos pasábamos como niños un Wallaby (bonito detalle del Pre).
Tras la correspondiente media hora de espera, por fin el autocar pone rumbo a tierras vascas con toda la expedición a bordo. Tan solo faltan los tres que se incorporarán directamente al campo, lo que no deja de sorprendernos ya que contábamos con alguna baja de última hora. Trascurridos trescientos metros por la calle Silvano, primera parada (mal empezamos), “hay que comprar agua para el viaje” dicen algunos, pero se bajan unos cuantos y todos salen de la gasolinera con tabaco. Parece que el Loco ya ha conseguido sus puritos, ah no, espera, David viene con unas botellas de agua, ya podemos irnos.
Primer y casi único disgusto del viaje, el autocar no tiene ni vídeo ni DVD, así que no podemos ver el múltiple material audiovisual recopilado para la ocasión. De todas formas la memoria empieza a funcionar, y pronto en múltiples corrillos damos rienda suelta a nuestros recuerdos, y más de uno a su propia imaginación (yo no recuerdo nada de un tren y un carrito).
Tras una breve parada para comer en ruta donde el que todos sabemos se llevó el postre sin pagar, nos plantamos a las 16:10 en las instalaciones del Trevijano. Nos recibe un sol de justicia y un calor insufrible que nos hace pensar en lo mal que lo vamos a pasar en muy poco rato. Los nervios del partido hacen que nos metamos en el vestuario (con techo de Uralita y a unos 35º) con más de una hora y media de antelación. Tras el reparto de equipaciones, y sin que nadie diga nada, la gente empieza a cambiarse y a salir a calentar. Aún no se ha presentado en el campo ni un solo jugador del equipo rival, cuando nosotros estamos ya todos cambiados y pasándonos el balón en circulo en una de las zonas de marca. En el terreno de juego el Ordizia B y el Gaztedi B juegan un partido de la regional vasca, y nos miran alucinados sobre todo cuando los delanteros empiezan a entrenar la touche, y se empeñan en levantar al Paquete, dejándose la espalda en el intento (el jueves salía bien), y al Chungo, dejándose en este caso los huevos de los levantadores por las patadas de Pedro.
Una hora y media de calentamiento con una media de edad que supera los cuarenta, es mucho tiempo, y la gente empieza a rendirse. La imagen no mejora, unos cuantos siguen empeñados en entrenar los levantamientos de touche, otros siguen en circulo corriendo hacia el balón y pasando (la vuelta la sitio se hace andando no vaya a ser que nos dé un tirón), alguno patea y mete el balón en mitad del partido que se está jugando, cuyos jugadores ya empiezan a mirar con cara de “estos están locos”. Hay alguno más sensato que se ha metido en el vestuario pero una visita del que os imagináis al wc hace que tengan que abandonarlo durante un buen rato.
Por fin llegan los rivales, volvemos al vestuario, ya empezamos a pensar de verdad en el partido. Apa, que se ha hecho con los mandos del equipo, empieza a nombrar la alineación titular, ya comienzan los nervios. Y entonces sucede uno de los momentos estelares de todo el viaje. Nuestro mister, notando que las sensaciones poco tienen que ver con un partido de rugby, y que nos estamos dispersando, eleva el tono, provoca un silencio, y lanza una arenga propia de partidos de muy alto nivel. La gente se sorprende, alguno esboza una leve sonrisa, e incluso parece que a alguno se le va a escapar una carcajada, pero, por el contrario, la mayoría responde, alguno empieza a gritar que si, que eso es lo que hay que hacer, mientras otros reclaman silencio para seguir escuchando a Apa. Memorable sobre todo lo del final “… quiero en el campo a gente que plaque, y el que no quiera placar, …… bueno ese que también juegue “.. La pena fue no haber tenido una cámara de vídeo en el vestuario para dejar inmortalizado ese momento.
Por unanimidad se produce la elección de Javilón como capitán de este equipo. Y Apa nos relata las normas pactadas para el encuentro. Tres tiempos de veinte minutos, no se empuja en melé, no se sale de ocho en las mismas, no se transforman los ensayos (lastima, teníamos preparado a Lucio para eso), no se patea en juego fuera de veintidós, y NO SE LEVANTA EN TOUCHE. Nuestro gozo en un pozo, tras tanto entrenamiento, al final no se puede levantar. Ahora entendíamos las miradas de extrañeza que nos dirigían mientras entrenábamos la touche.
Y da comienzo el partido. Ellos son pocos y han tenido que reclutar algunos del partido anterior. Además tras la charla de Apa, estamos convencidos de que les vamos a pasar por encima, seguro que les metemos unos cuantos, vamos a por ellos. ¿Pero, que pasa? Primera jugada y primer ensayo de Ordizians. Han abierto un balón y su apertura se ha ido de todos desde el centro del campo colocando el 5-0. No pasa nada hay que volver a pensar en lo hablado en el vestuario. Parece que alguno lo ha entendido por la tremenda y tras varios retardados la cosa se calienta. Un amago de tangana y todo olvidado. El juego se estabiliza y un par de buenas combinaciones llevan el balón a nuestros rapidísimos alas, Ángel Luis y Gena, que logran darle la vuelta al resultado.
Comienzan los cambios y el partido se tranquiliza. El desconocimiento de las normas nos hace perder algunas oportunidades por patear, y nos cuesta un par de golpes ya que George se empeña en hacer comentarios escatológicos sobre la opinión que le merece esta normativa. El cansancio va haciendo mella en nuestras huestes, y su mejor hombre lo aprovecha para volver a irse de todos, esta vez el Gena no le permite escapar, pero llegan sus apoyos mientras los nuestros se recreaban con la carrera en cobertura de Dani. Empate a diez.
Al poco rato otra escapada del mismo de siempre, y otro ensayo. De nuevo por debajo. Faltaban pocos segundos para que finalizase el segundo tercio del encuentro cuando George, en una magnifica jugada personal (igual corrió un poco de lado, pero poco) se va de todos sus defensores, y logra el empate a quince con el que afrontamos el último tiempo.
Había que asegurar la defensa, para no dejar hueco a su jugador más peligroso, y aprovechar alguna oportunidad. Y esta llegó en una touche, no hizo falta levantar a nadie para ganarla, tras conseguir el balón, un buen agrupamiento (una pequeña pantalla), y un glorioso ensayo del Pre que ponía el 15-20 definitivo. Tras ese ensayo llegó la que podría haber sido la jugada del partido con una increíble continuidad de toda la delantera, un encadenamiento con la línea, y un último pase marrado por este cronista. Una autentica pena que tuvo su correspondiente, y merecido, castigo durante el tercer tiempo.
Quedaban diez minutos y había que resistir. Y así se hizo, el Ordizians apretó, nos acorralaron en nuestra veintidós, pero a base de ganas y orgullo conseguimos llegar al final del partido sin que lograran entrar en marca (igual también influyó que teníamos loco al arbitro de tanto protestar y dio por terminado al partido unos cuantos minutos antes)
Memorable primera victoria de este grupo de veteranos acompañada de una aún mejor noticia, ni un solo lesionado.
Tras el partido, una muy buena cena en una sidrería de la zona, y una noche de copas por Donosti, actividades ambas, que, por motivos obvios, no se incluye en esta crónica (eso queda para los que allí estuvimos)
Ahora queda consolidar este tipo de actividades programando alguna más a lo largo del año. De momento ya les debemos un partido al Ordizians que nos trató fenomenalmente y a los que intentaremos corresponder en la misma medida (ojalá pueda ser en el partido de liga de nuestros primeros equipos del año que viene ya que eso significaría nuestra permanencia). Eso sería en Madrid, donde es posible que sea más fácil que la gente responda. Pero a medio plazo, y dado el éxito de esta primera convocatoria, igual sería bueno ir pensando en alguna actividad más ambiciosa, un partido internacional, un viajecito,…ir pensándolo, lo dejo en el aire.